Una dirigida al conde de Aitona, en que le da cuenta del fallecimiento de su augusta esposa doña Ana; otra a la ciudad de Barcelona, en que le da las gracias por las rogativas que hizo a fin de obtener del cielo el restablecimiento de Su Majestad; y ora a los diputados de Cataluña, en que les ruega dejen pasar francos de derechos dos cuentas de maravedíes a Mallorca y Mahón que están en poder del pagador García de Velasco.