Petición presentada por Juan Antonio Satta, natural y vecino de Orani (Cerdeña), ante el Consejo de la Suprema Inquisición, para que se revisara la sentencia de 5 años de destierro que el Tribunal de la Inquisición de Cerdeña le impuso por ayudar a varios presos que habían huido de las cárceles secretas del citado tribunal