Historia Institucional / Reseña Biográfica:
Título concedido por Enrique IV, rey de Castilla, a Iñigo López de Mendoza Figueroa, Adelantado Mayor y Capitán General de Andalucía, Embajador en Roma.
El nombre de Tendilla proviene posiblemente de "villa tendida" aludiendo a su longitud. Inicialmente se pobló la ladera norte y poco a poco se fue descendiendo hacia el valle. Hubo una primera iglesia en la ladera norte dedicada a Nuestra Señora de la Zarza (siglo XIII). Al comienzo perteneció al Común de Guadalajara. Se cultivaban olivos y muchas vides. El fondo del valle era terreno de aluvión alimentado por las frecuentes riadas que se ocasionaban en el estrecho valle. Entre los pobladores hubo asimismo moriscos y comerciantes judíos hasta su expulsión en 1492.
Al casarse el almirante Diego Hurtado de Mendoza en primeras nupcias con María Enríquez, hija fuera del matrimonio del rey Enrique II, obtuvo de Enrique III como dote Cogolludo, Tendilla y Loranca (en la Alcarria). En 1395 nuevamente Enrique III concedió la categoría de Villa a Tendilla y fue separada por él del Común de Guadalajara. Esta categoría facultaba que sus alcalde y juez pudieran impartir justicia a los vecinos.
De Diego pasó Tendilla a su hija mayor Aldonza de Mendoza, Duquesa de Arjona, y a su muerte (hubo algunos pleitos sucesorios por morir joven Diego) a su mediohermano Íñigo, conocido como el Marqués de Santillana. A su muerte la legó a su segundo hijo llamado como él Íñigo López de Mendoza, el cual sería nombrado por Enrique IV en 1468, Conde de Tendilla. El Conde hizo mayorazgo del condado el 20 de julio de 1478. A su muerte en 1479 le sucedería su hijo, de igual nombre y conocido como "el Gran Tendilla". En la familia y sus descendientes permanecería hasta 1812.
Por sus méritos el "Gran Tendilla" fue nombrado primer Alcaide de la Alhambra y Capitán General de la conquistada Granada en 1492 con poderes virreynales sobre este territorio y, posteriormente, Marqués de Mondéjar. Aunque no olvidarán sus orígenes, esta rama de los Mendoza se trasladó a Granada y centró allí su existencia hasta la llegada de los Borbones. Sus posesiones, tumbas y palacio en la provincia de Guadalajara estarán en Mondéjar. Sobre Tendilla ejercerían un dominio de tipo señorial, cobrando tributos y gabelas a los que tenían derecho pero sin poseer tierras en el término de la villa (salvo el Castillo) ni residir allí.
Los Condes pasaban por Tendilla al recibir el Condado en herencia, subiendo a Santa Ana y jurando ante el prior solemnemente guardar las libertades, privilegios y mercedes concedidos a la villa por los Condes anteriores tras lo cual recibía la obediencia debida y quedaban sus vasallos a su amparo. Es conocido que el Primer Conde y el Segundo Conde protegieron la Villa y efectuaron fundaciones. De tiempos del Tercer Conde apenas conozco más que se fundara el Hospital de San Juan y se empezara la Iglesia con lo donado en el testamento de su padre, y que se hiciera la "Fuente Vieja". Los demás nada mandaron hacer en la villa.
Los Condes protegieron la Feria, especialmente por los pingues beneficios que les proporcionaba pues aunque era "feria franca" el impuesto de alcábala del 3% les proporcionaba unos 1200000 maravedíes en los 15 días que duraba la Feria en su apogeo del Siglo XVI (en el reinado de Felipe II un maravedí equivalía a 2 pts de 1972).
En la decadencia subsiguiente los Condes prestaron cada vez menos atención a Tendilla. En el Siglo XVI Tendilla tenía mas de 600 casas con unos 2800 habitantes en 1580 (Relaciones Topográficas) y 604 vecinos en 1591 (Vecindario de Castilla), mientras que en 1752 (Catastro de Ensenada) había sólo 165 casas con 752 habitantes! En el caso de Tendilla también pudieron influir las fuertes riadas en el estrecho valle de Tendilla juntándose a causas generales como la peste castellana de finales del reinado de Felipe II (entró por el Cantábrico tres años antes y llegó a La Alcarria en 1599, los datos sobre la cercana Yunquera indican que de 400 hogares a principios de año quedaban en agosto sólo 230 habitados!) y la despoblación general de toda Guadalajara. El Marqués de Mondéjar recibía en 1752 solo 1544 reales anuales (34 maravedíes eran un real de aquellos tiempos el cual equivale a unas cien pesetas de los años 80) por las alcábalas de la Feria. El aspecto del pueblo apenas ha cambiado respecto a lo indicado en las "Relaciones Topográficas" de Felipe II en 1580, destacando la calle Mayor soportalada.
Había muchas vides y, por tanto, vinos en Guadalajara hasta la llegada de la filoxera al inicio del siglo XX. Tendilla era el mayor productor privincial de vinos en el siglo XVIII. Restos de estos cultivos son bastantes tinajas y bodegas en muchos pueblos de la zona. Como curiosidad, el tercer Duque del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza, mandó acuchillar los pellejos de vino de Tendilla que se encontraran en la villa de Guadalajara, por no haber concedido permiso a los vecinos de Tendilla para la venta de vinos en este lugar (inicios del Siglo XVI). También a mediados del siglo XVIII hay constancia de pleitos en Guadalajara por introduccir vino blanco de Tendilla, mejor que el local.
A partir de la Constitución de 1812 los habitantes de Tendilla comenzaron a gobernarse por si mismos, al abolirse los privilegios señoriales, desapareciendo el dominio señorial que los marqueses de Bélgida (herederos de los Mendoza) tenían sobre Tendilla.