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Real Cédula al presidente de la Audiencia de Guadalajara, ordenando, comunicándoles que ha sido informado de los progresos que han logrado padres de la Compañía de Jesús Juan María de Salvatierra y Eusebio Francisco Kino, en la población y conversión de Las Californias y puesto que conviene su fomento y ayuda por todos los medios posibles para que continúen en esta empresa, informa que ha resuelto que se les asista con 6.000 pesos anuales de la Real Hacienda de México, para ayuda a los gastos de esta reducción y mantener la dotación de un presidio [Loreto] que han establecido a expensas de la contribución de personas celosas al servicio de Dios, ordenándole que informe muy detalladamente de todo cuanto sepa sobre el estado que tiene la fortificación y la población hecha por estos religiosos, qué tipo de embarcaciones convendría poner para el trato y comunicación de aquella provincia y todo lo demás que crea que pueda ser necesario para perfeccionar esta obra que, habiéndose emprendido hace tantos años, nunca ha llegado al estado que tiene en la actualidad. Asimismo, le comunica que está enterado de que Alonso Fernández de la Torre, vecino que fue de Compostela, dejó como herederos de sus haciendas a los religiosos de la Compañía de Jesús para mantener dos misiones en Sinaloa y Sonora, y que existe un pleito pendiente en la Audiencia sobre esta herencia, ordenándole que sin la menor dilación disponga que éste se vea y determine, informando en la primera ocasión que se ofrezca de que se ha ejecutado así y de la cantidad que queda líquida a favor de los religiosos, qué generos o hacienda, cuál es su renta anual y qué ayuda de costa tendrá el cumplir la carga que les impuso el testador; ordenando también que se le informe sobre el estado de las misiones de Sinaloa, Sonora y Nueva Vizcaya, y dónde convendrá más estas dos misiones, si en Sinaloa y Sonora o en las Californias, comunicándole que por despacho de esta misma fecha se encarga a [Juan de Ortega Montañés], arzobispo virrey de México lo que ha de ejecutar en caso de que se haya vencido el pleito por los religiosos de la Compañía de Jesús a su favor.