Pleito fiscal de Pedro Díaz, de su esposa Catalina Flores, vecinos de Sevilla, y del monasterio de la Madre de Dios de Sevilla, con la Cámara y Fisco y con el licenciado Arenillas de Reinoso, fiscal del Consejo de la Suprema Inquisición, sobre la pertenencia de unas casas que pertenecieron a Leonor Gómez, reconciliada por el Santo Oficio