Ordena que, constándoles que don Juan de Santa Ana ha enterado en esa Caja 1.000 pesos por la mitad del valor del oficio de alférez real de la ciudad de la Trinidad del puerto de Buenos Aires, que renunció en él Juan Rodríguez de Villapalma, le paguen los dos tercios del valor en que se remató dicho oficio en Pedro de Arenas, y los 200 que había pagado al despachársele confirmación del mismo.