El Registro Mercantil nace en el Código Civil de 1829, que establece la creación de un Registro público y general de Comercio, divido en dos secciones, conteniendo la primera la matrícula general de comerciantes y la segunda la inscripción de las escrituras dotales y capitulaciones matrimoniales, las sociedades y los poderes otorgados por los comerciantes. Por el Código Civil de 1885, debía abrirse en todas las capitales de provincia un Registro mercantil compuesto de dos libros independientes, en los que se inscribirán los comerciantes, particulares y las sociedades, y un tercer libro destinado a la inscripción de buques en las provincias litorales y en las interiores en las que se considere conveniente.