Maestro arquitecto nacido en Ciadoncha (Burgos) el 30 de mayo de 1724. Académico de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, es también autor de cierta obra escultórica. Junto a Álvarez Benavides y Sagarbinaga, es uno de los tres arquitectos más importantes entre los activos en Castilla durante la segunda mitad del siglo XVIII y, según Sambricio, de ellos quien mejor supo interiorizar el espíritu y directrices clasicistas de la Academia de San Fernando, de la que fue alumno. Fue el hombre de confianza de dicha institución en Burgos, que se convirtió en su ciudad de referencia, igual que lo fueron Valladolid y Salamanca para los anteriores. En 1772 consigue el título de académico supernumerario y en 1777 el de académico de mérito, lo que le permitió ejercer como arquitecto municipal, aunque sus relaciones con el consistorio no fueron buenas. Fue también profesor del Real Seminario Patriótico Vascongado de Vergara.

Se inició en la arquitectura en la madurez, siendo sus primeros pasos como escultor, tras sus estudios iniciales en Valladolid. De esta primera actividad se conservan en Burgos, entre otras obras, las tallas y altar mayor de la capilla de Santiago de la Catedral y varias esculturas del convento de los Trinitarios. Parece que por entonces construyó también algún ingenio, y así se recoge la noticia en la Gaceta de Madrid de su diseño de un instrumento hidráulico que "moviéndole sin fatiga con una sola mano" era capaz de subir el agua a 68 pies.

Como arquitecto, existe constancia de su actividad en Burgos desde 1763. En esa ciudad abrió el Paseo del Espolón (1797) y realizó, entre otros, los edificios de la Cárcel Nueva (1774) la Escuela Municipal (1775) y el Ayuntamiento (1786). Las trazas de este último fueron, durante un tiempo, erróneamente atribuidas a Ventura Rodríguez, quien así mismo fue amigo y valedor de González de Lara. Su fervor clasicista le llevó al extremo de proponer una reforma del rosetón de la catedral y de la puerta occidental de Santa María para reemplazar las primitivas construcciones góticas lo que sorprendió a la propia Comisión de Arquitectura, pero se llevó a efecto una parte (1790). También se le debe la reforma del pavimento de la Catedral, y un proyecto de corral de comedias que no se ejecutó (1797).

Entre 1786 y 1793 desarrolla una intensa labor relacionada con la construcción de puentes y caminos, considerados por el racionalismo ilustrado de Aranda uno de los pilares del desarrollo económico interior, junto a puertos y canales. González de Lara participa en esta política ilustrada informando, proyectando o construyendo, muchas veces en comisión de la Academia o del Consejo de Castilla, distintas obras públicas que facilitan el transporte y las comunicaciones, especialmente entre la Meseta y el Norte peninsular. Entre ellas figuran los puentes de Moral, Villarcayo, Tordómar, Aranda de Duero, Peñalba de Castro, Pinillos de Esgueva, Peñaranda de Duero, Hontoria de Valdearados, San Vicente del Palacio y Almazán.

En 1786 visita el Señorío de Vizcaya para informar y reconocer la red viaria que debería unir Bilbao con Pancorbo, Durango con la fábrica de armas de Guipúzcoa, y esta villa con la primera. Intervino además en el trazado de los caminos del valle de Redondo, Rentería y Lezama. El ayuntamiento de Arco, la casa-mesón de Quintanavides, el proyecto de cárcel y casa consistorial de Nava de Roa y la reforma del palacio ducal de Lerma, son otros ejemplos de su obra civil.

En lo que a arquitectura religiosa se refiere, se le deben la iglesia de San Juan de Huérmeces, ejemplar neoclásico casi único en su género en toda la provincia, y la torre de la iglesia de Cabia (1783).

El final de su vida fue penoso, al padecer en los últimos años enfermedad y ceguera que le impidieron el trabajo. En enero de 1806 solicitó a la Academia una ayuda de costa que no llegó, muriendo en la pobreza en Burgos, apenas tres meses después.

El Archivo de la Real Chancillería de Valladolid conserva varios planos, entre ellos la planta y sección de un molino sobre el río Adaja en Valdestillas y la planta de las casas e iglesia que ocupaba la Compañía de Jesús en Burgos, antes de su expulsión. El Archivo Histórico Nacional conserva varios planos de este autor procedentes de la sección Consejos, entre ellos el proyecto de teatro para la ciudad de Burgos de 1796.

La Biblioteca Nacional conserva un dibujo de su mano fechado en 1771 que representa el Arco de Fernán González, construido en Burgos por el maestro Juan Ortega de Castañeda en 1583, dibujo que posiblemente sirvió de base para dos estampaciones también incluidas en la misma colección de Dibujos y Grabados.

Otros documentos gráficos y textuales de interés sobre Fernando González de Lara pueden consultarse en el Archivo Municipal de Burgos y en el Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.