Ingeniero, físico e inventor español. Miembro de una acomodada familia andaluza, hijo de Federico Molero Levenfeld y sobrino de José Molero Levenfeld, ambos importantes ingenieros de caminos de la zona sur de España. Casado con María Luisa Bravo, tuvieron una hija, María Luisa Molero Bravo. Comenzó sus estudios de secundaria en Almería (España), su ciudad natal, pero en 1917 se trasladó a Madrid (España) y estudió en el prestigioso Colegio del Pilar donde además aprendió varios idiomas. Ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos donde se licenció como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en 1930 siendo el ingeniero de caminos graduado más joven del país con 22 años. También en 1930 ingresó en el Partido Comunista Español (PCE) donde tuvo una intensa actividad dando mítines, publicado artículos y realizando informes. En 1931 pasó a formar parte como funcionario de la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, siendo destinado como ingeniero a la Diputación de Almería y posteriormente a la Confederación Hidrográfica del Guadarrama. Durante ese año militó como vocal del Partido Republicano Radical Socialista (PRRS); llegó a ser presidente del equipo de futbol Cultural Deportivo Almeriense; publicó una comedia: “Isabel o los guiones de Enrique Vallespin”. En 1931 realizó la presentación de Jimena Quirós Tello, primera almeriense en doctorarse en Ciencias. En 1932 fue nombrado presidente de la sección almeriense del movimiento obrero denominado "Socorro Obrero Español", para construir sanatorios infantiles, facilitar adopciones de niños pobres y auxiliar a la clase trabajadora ante catástrofes naturales o necesidades económicas. Ese mismo año fue detenido junto a otros lideres comunistas por encabezar una manifestación no autorizada a la salida de un mitin sindical, por lo que estuvo encarcelado varios meses; al año siguiente volvió a ser detenido pero fue puesto en libertad de inmediato debido a la presión del sindicato. En 1933 formó parte de la lista del PCE como candidato a diputado por Almería, pero no obtuvo el escaño. En 1934 la Junta de Ampliación de Estudios lo becó para que fuese seis meses a Denver (Colorado, Estados Unidos) a inspeccionar obras hidráulicas. En 1935 ya de regreso en España, registró su primera patente en colaboración con el también ingeniero José Soto Burgos, dicha patente estaba relacionada con el mundo del esquí y se acabó construyendo en el puerto de Navacerrada para subir al Pico de la Bola, posteriormente sirvió para llevar municiones a la artillería que se encontraba allí situada durante la Guerra Civil. También en 1935 presentó su segunda patente, ésta vez estaba relacionada con la energía solar, algo muy innovador para la época y que sentó los precedentes de las posteriores energías alternativas y renovables. En febrero de 1936 solicitó otra patente para una caldera vaporizada relacionada también con la energía solar. Todas sus patentes caducaron seguramente a causa de la guerra. Después del estallido de la Guerra Civil fue nombrado comandante y puesto al mando de una unidad militar llamada “Batallón del Subsuelo” perteneciente al Cuerpo de Ingenieros del Ejército Popular y formada por poceros, albañiles, mineros y técnicos de la construcción, con la tarea de organizar el abastecimiento de agua a la ciudad a través del Canal del Lozoya, gracias a su intervención se consiguió duplicar el suministro y que éste no se interrumpiera durante los casi tres años de asedio de la capital. En noviembre de 1936 se encargó de la jefatura del sistema madrileño de fortificaciones con el propósito de detener el avance nacionalista, durante éste periodo realizó varios inventos que ayudaron a detener tal avance y tuvo un papel muy importante en los combates de Ciudad Universitaria. En 1939 antes del final de la guerra, se exilió en Orán (Argelia) donde estuvo recluido en un campo de internamiento, desde allí pudo ir a Francia para exiliarse definitivamente en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Viajó sin su familia, aunque su hija se reunió con él un tiempo después. Allí trabajó como ingeniero en la construcción de grandes presas en las repúblicas soviéticas del Asia Central durante la IIª Guerra Mundial. En 1944 se doctoró en Ciencias Físicas y fue nombrado director del Instituto de Energía Solar de la Academia de Ciencias de la URSS. En 1945 presentó otro invento, un convertidor solar. Se llegaron a construir varias plantas termo solares en la URSS a partir de la tecnología inventada por Federico Molero, pero en la década de 1950 el gobierno soviético empezó a perder el interés por éste tipo de energía por lo que Molero tuvo que dedicarse a otras funciones como como el diseño de defensas costeras, la dirección de obras hidráulicas o la investigación de mejoras en el hormigón. Durante su estancia en la URSS y entre 1940 y 1959 se sabe que registró siete patentes. En 1966 regresó a España por una estancia de tres meses y ya en 1967 fijó su residencia definitiva en Madrid participando en la construcción del trasvase Tajo-Segura. Entre 1967 y 1968 registró hasta diez nuevas patentes relacionadas con la ingeniería hidráulica. Fallece en Madrid en 1969 y su actividad inventiva se detiene, pero sus creaciones, principalmente las solares, conviven hoy en día y en diferentes partes del mundo con las plantas de energía solar actuales.