El "archipictor" Magius se considera el precursor del segundo estilo pictórico de los Beatos, continuado por Munnio en el Beato de Tábara, por sus discípulos Emeterio y Ende en la finalización del último trabajo de Magius, por Senior en el de la Seo de Urgell y por Oveco en el Beato de Valcavado.

Entre las reformas que incorpora Magius en sus obras, se pueden destacar: la sustitución de las pinturas al agua por colores ligados mediante nuevos elementos como el huevo, miel o cola, sobre un fondo en muchas ocasiones barnizado de cera. Ampliación de la galería cromática y yuxtaposición de tonos vivos en contraste. Aparición de miniaturas a doble página. Cambio del espacio pictórico, disponiéndolo en bandas de espesor irregular con figuras sin perspectiva ni tercera dimensión, para generar un surrealismo religioso. Inclusión de los retratos de los evangelistas, las tablas genealógicas, el arca de Noé dividida en varios pisos, las Siete Iglesias de Asia,...

Magius muere en octubre de 968 mientras trabajaba en el Beato que terminó Emeterio y del que sólo se han conservado las dos últimas páginas añadidas al Beato de Tábara.

De este maestro iluminador también se conserva el Beato de Escalada del 945 aprox.