Científico y médico español. Discípulo de Santiago Ramón y Cajal, fue el miembro más joven de la Escuela Neurohistológica española. Desarrolló la mayor parte de su labor profesional en los Estados Unidos.

Nacido en Zaragoza, el 8 de abril de1902, Lorente de Nó se formó en la Facultad de Medicina de aquella Universidad junto a Pedro Ramón y Cajal (1854-1950), profesor de obstetricia y ginecología, quien le recomendó que marchase a Madrid, donde podría trabajar con su hermano Santiago.

En Madrid, Lorente se incorporó al Laboratorio de Investigaciones Biológicas en calidad de becario, simultaneando la investigación histológica con la finalización de su licenciatura en Medicina, convirtiéndose en el discípulo más joven de Ramón y Cajal.

Entre 1921 y 1924 llevó a cabo diversos trabajos anatómicos sobre la corteza cerebral del ratón y el cerebro posterior, ocupándose también de la regeneración de la médula espinal. Fue precisamente a partir de 1924, cuando, tras una visita del profesor y premio Nobel (1915), Robert Bárány (1876-1936). Lorente inició el estudio de la anatomía y fisiología del laberinto acústico y del aparato vestibular.

Entre 1924 y 1927 estuvo pensionado, a instancias de Ramón y Cajal, por la Junta para Ampliación de Estudios (JAE); primero estudió en el Pharmakologisch Institut de Utrecht y más tarde, en la Otolaryngologiska Universitetskliniken de Uppsala (Suecia). También realizó, a finales del año 1926, una breve estancia en el Neurobiologischen Institut de Berlín, donde tuvo la oportunidad de trabajar junto a Cécile y Oskar Vogt (1870-1959), junto a Grunbaum y Sherrington, mientras esperaba un nombramiento en el Instituto Cajal. Una prórroga de la pensión de la Junta para el curso 1928-1929, le permitió continuar sus estudios de fisiología del aparato vestibular en Uppsala y en Dinamarca y, finalmente, en el Instituto Fisiológico de Königsberg.

Regresó a España en enero de 1929, encontrándose nuevamente con la falta de equipo de trabajo adecuado y de apoyo económico, por lo que, hubo de simultanear su labor en el Instituto Cajal con la práctica clínica como otorrinolaringólogo al lado del doctor García Tapia.

Posteriormente, fue propuesto para cubrir la Jefatura del Servicio de Otorrinolaringología de la Casa de Salud Valdecilla, de Santander, haciéndose cargo de la dirección del laboratorio de histología y fisiología del sistema acústico-vestibular.

Las líneas de investigación que pretendió desarrollar con relación a los conductos semicirculares, la anatomía de las terminaciones centrales y el plan de estratificación de la corteza cerebral se truncaron con la dimisión de Lorente en octubre de 1930. La razón fue la invitación del “Central Institute for the Deaf” (CID) de San Luis (Estados Unidos) para dirigir su laboratorio de investigaciones anatómicas. Lorente aceptó la invitación y así, acabó la carrera investigadora de Lorente en España.

En 1931 marchó definitivamente a los Estados Unidos. En su primer destino, en Saint Louis, continuó Lorente sus investigaciones que le han situado, junto con Halpike Dix, entre los introductores en la clínica del estudio de la equilibración de la sonoridad y de la valoración del umbral de discriminación de intensidad que, junto a las pruebas laberínticas, tanta importancia han tenido en el diagnóstico de ciertos procesos del laberinto.

Asimismo, aplicando a los descubrimientos de Ramón y Cajal los más modernos métodos electrofisiológicos, realizó importantes contribuciones al conocimiento de la anatomía y la fisiología de la sinapsis neuronal.

Su paso al Rockefeller Institute Medical Research de Nueva York (1936-1972) llevó implícito su dedicación exclusiva a la neurofisiología básica. Su obra sobre la fisiología del nervio, publicada en 1947, recopila sus investigaciones realizadas durante diez años en el Instituto Rockefeller y constituye la primera gran obra sistematizadora de los conocimientos básicos del sistema nervioso desde el punto de vista electrofisiológico. Le convirtió en eterno candidato al Premio Nobel.

En la década de los cincuenta, y hasta 1966, Lorente, centrado en el estudio de los potenciales bioeléctricos y las bases físicas del potencial de acción, emprendió numerosos trabajos en colaboración con su último discípulo, Vicente Honrubia, y otras destacadas figuras de la neurofisiología, como T. P. Feng, Y. Laporte, L. Larramendi y G. A. Condouris.

En 1972, con el respaldo de las Fundaciones "Ahmanson" y "Hope for Hearing", Lorente se trasladó, en calidad de profesor emérito, al Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de California (UCLA), pudiendo prolongar de este modo parcialmente sus investigaciones hasta 1981, año en el que se trasladó definitivamente a Tucson (Arizona), donde falleció en 1990.