Persona
Álava, Miguel Ricardo de (1772-1843)Otras formas
Vitoria-Gasteiz (Álava, España) 1772-02-07 - Barèges (Altos Pirineos, Francia) 1843-07-14
Militar, político y diplomático español. Teniente general del Ejército, capitán de fragata de la Armada, presidente de las Cortes.
Hijo de Pedro Jacinto de Álava Sáez de Navarrete y de María Manuela de Esquivel Peralta. Sobrino del capitán de navío Ignacio María de Álava.
A finales de enero de 1810 fue encargado de trasladarse a Portugal, donde se hallaba el general Wellington y comunicarle el sentir de la Junta de Cádiz sobre la difícil situación militar en que se encontraban frente a los franceses. Ascendió a Brigadier por recomendación del propio Wellington, con quien trabó una gran amistad.
Nada más terminar la Guerra de la Independencia española, y durante el Reinado de Fernando VII, fue nombrado embajador en los Países Bajos a petición de los británicos. Sin embargo, la política represiva iniciada por el propio rey le llevó a ser arrestado en Madrid el 8 de octubre de 1814, siendo acusado de diversos delitos, aunque salió de prisión el día de Nochebuena del mismo año y, curiosamente, había sido ascendido a Teniente General días antes de levantarse el arresto.
El 26 de abril de 1815 fue nombrado de forma interina embajador en París con el apoyo explícito de Inglaterra, que obtuvo de Fernando VII la autorización para que Álava mantuviese contactos con Wellington en Holanda. Desde ese puesto, realizó gestiones para la recuperación de obras de arte expoliadas durante la contienda por Napoleón.
Marchó con Wellington y tomó parte en la batalla de Waterloo. De esta manera, se convirtió en la única persona que intervino en dos de las batallas más decisivas de las guerras napoleónicas, la de Trafalgar y la de Waterloo. Tras la derrota francesa permaneció en París como embajador, resistiéndose al relevo en tal puesto por el de la cancillería en Holanda, hasta que finalmente se retiró a Vitoria en 1819 alegando motivos de salud.
Durante el Trienio Liberal fue elegido Presidente de las Cortes Generales, siendo diputado por la provincia de Álava. Durante este período liberal también dirigió a la Milicia Nacional. Fue un defensor del restablecimiento de la Constitución de 1812. Fue nombrado caballero de la Orden de Santiago en 1816. Tras la intervención francesa en 1823 tuvo que huir a Cádiz, donde apoyó la destitución del rey Fernando VII entre los pocos diputados liberales que todavía resistían la ocupación. Fue comisionado para pactar con los franceses las condiciones de la rendición de Cádiz, pero el fracaso de las negociaciones permitió que fuera condenado a muerte por los absolutistas. Marchó a Gibraltar con el apoyo de Wellington, para trasladarse posteriormente a Londres. Permaneció en el exilio con el apoyo de la Corona inglesa, entre el Reino Unido y Francia. Finalmente, la amnistía decretada en 1833 le permitió regresar a España.
Durante la Regencia de María Cristina fue embajador en Londres, donde trató de gestionar la intervención de la Cuádruple Alianza de una manera firme y con apoyo económico y militar durante la guerra carlista en favor de la reina Isabel II, sin conseguirlo plenamente.
Ocupó un escaño en el Estamento de Próceres y aceptó la cartera de Ministro de Marina, cargo que ocupó solamente del 14 al 25 de septiembre de 1835 con el Conde de Toreno. Tras la caída de éste, rechazó continuar en el gabinete aunque se lo había ofrecido Mendizábal, así como también renunció a la cartera de Estado, actuales asuntos exteriores, para la que había sido propuesto. Nominalmente, fue Presidente del Consejo de Ministros, actual Presidencia del Gobierno, antes de que Mendizábal ocupara el puesto, pero no juró el cargo y permaneció en Londres. Finalmente, y no muy a su gusto, aceptó ser embajador en París, donde presentó un plan para que las tropas cristinas cruzaran la frontera francesa en su lucha contra el carlismo, se reabastecieran en el país vecino e impidieran los suministros que les llegaban a los carlistas.
En las disputas entre el Partido Moderado y el Partido Progresista, se decantó claramente por aquéllos y se opuso a los sucesos de la Granja, así como a las consecuencias jurídicas que se derivaron de los mismos con la aprobación de la Constitución de 1837, que se negó a jurar hasta 1838.
De nuevo en la embajada londinense, regresó a España ya muy enfermo, en junio de 1843, falleciendo un mes más tarde.
Fecha del evento: 1820 - 1823