Campo de internamiento francés levantado por las autoridades francesas para concentrar a los refugiados españoles que salieron de España tras el final de la Guerra Civil española y la derrota del bando republicano en los primeros meses de 1939. El campo se levantó en el municipio de Magnac Laval, situado en el departamento de la Haute-Vienne, ubicado en el centro-oeste de Francia y que es una zona esencialmente rural y que llegó a acoger en febrero de 1939 a más de 2.700 refugiados civiles españoles. Fueron distribuidos por las ciudades y pueblos del departamento. En la ciudad de Magnac-Laval se reutilizó un antiguo cuartel abandonado como campo de refugiados y en el mismo fueron internados unos 700 refugiados españoles. El tratamiento dado a los españoles variaba según las personas encargadas de la dirección del campo y en general, los habitantes -entre mujeres, niños y viejos- de las barracas habilitadas en el campo dependieron de autoridades hostiles viviendo como prisioneros durantes seis meses. Además, el prefecto de la Haute-Vienne, Henri Chavin, intentó convencer, a partir de abril de 1939, a los refugiados españoles de que la mejor opción para ellos era la repatriación a España.

En este campo estuvo recluida la escritora Teresa Pamiés que nos ha dejado su testimonio del campo en sus obras "Quan érem capitans" y "Quen érem refugiats" denunciando las particulares dificultades de las mujeres para sobrevivir en el exilio. Tras varios meses de encierro en este campo de Magnac Pámies logró escapar huyendo a París.