Compositor, pianista, pedagogo, crítico musical, humanista y filántropo español. Hijo de Santiago de Masarnau Torres y de Beatriz Fernández Carredano, fue su hermano el químico Vicente Masarnau. Comenzó su formación musical en Andalucía, donde se había trasladado su familia. En Granada estudió con José Roure Costa y con Llamas, organista y maestro de solfeo de la catedral, respectivamente. A los 9 años estaba ya Madrid y, según algunas fuentes, estrenó en la parroquia de los santos Justo y Pastor una misa a cuatro voces, con los cantores de la capilla real y con él al órgano. Fue discípulo de José Boxeras, de José Nonó y posteriormente de Ángel Inzenga, tanto de piano como de composición. También realizó estudios de ingeniería. Relacionado con la corte por la profesión de su padre, escribió algunos valses dedicados a Isabel de Braganza y en 1819 fue nombrado gentilhombre de la real casa. Por una serie de malentendidos su padre fue apartado de sus servicios en la corte en 1823, y él privado de dicho nombramiento. Con objeto de ampliar sus estudios musicales en 1825 se trasladó a París. Allí procuró integrase en la vida cultural de la ciudad, frecuentando las veladas musicales en las que conoció al compositor valenciano José Melchor Gomis, con quien mantuvo una gran amistad durante toda su vida. Fue éste quien le recomendó que se fuera a Londres para perfeccionarse como pianista. Allí adquirió un piano de la casa Broadwood, en el que practicaba entre seis y ocho horas diarias, mientras tomaba clases con Daniel Schlesinger. Conoció a los principales alumnos de Muzio Clementi, Johann Baptist Cramer y John Field y se integró en el mundo musical londinense, donde adquirió prestigio como concertista y profesor. Regresó a París, en abril de 1829, por motivos de salud. En esta segunda estancia en la capital francesa se dedicó a descansar y entabló amistad con Rossini quien le invitó al estreno de su ópera "Guillaume Tell". Poco después regresó a Madrid para cuidar a su padre enfermo. Tras la muerte de su padre, y después de haber publicado algunas obras para piano, en 1833 decidió volver a París y Londres; la vida cultural de Madrid no le satisfacía. Sin embargo, esta estancia solo duró un año y, en el verano de 1834, regresó a España animado por su hermano Vicente. En Madrid se relacionó con los círculos culturales del momento a través de la familia Madrazo, organizó conciertos y participó en la fundación del Ateneo en 1835; además de seguir con sus clases y composiciones. Ese año publicó su traducción del método de Hummel "Curso completo teórico y práctico del arte de tocar el pianoforte". Una faceta importante de este periodo fue su colaboración, como crítico musical, en las revistas "El Artista" y "El Español" que aglutinaban a importantes creadores románticos de su generación. Volvió a Londres y París, en 1837, por un periodo de seis años. En la capital francesa continuó con sus clases y sus relaciones sociales, tratando con figuras como Cramer, Chopin, Meyerbeer, Bellini o Rossini, entre otros; también compuso obras de carácter español para piano, siguiendo una moda del momento. Estando en París se acentuó su religiosidad y, en 1839, ingresó en la Société de Saint Vincent de Paul, fundada 6 años antes por Frédéric Ozanam. En 1843 volvió a España para ocupar el cargo de vicedirector y profesor de Música del colegio de segunda enseñanza, agregado a la Universidad, que había establecido su hermano Vicente. Para las clases en el colegio publicó tres obras didácticas: "Nuevo método de solfeo", "La llave de la ejecución y "El tesoro del pianista". En 1849 fundó en España, junto con Vicente de la Fuente y Anselmo Ouradou, la Conferencia de San Vicente de Paúl, obteniendo la aprobación eclesiástica y civil dos años después. Desde este momento fue abandonando su actividad compositiva para piano, escribiendo solamente música religiosa para determinadas ocasiones. La fundación se vio interrumpida en 1868 por decreto del Gobierno, hasta que fue restaurada por los Borbones en 1875, devolviéndosele sus bienes. Su hermano Vicente murió en 1879 y quedó él como único heredero. El 14 de diciembre de 1882 falleció Santiago, después de haber presentado la dimisión irrevocable de la fundación meses antes y tras haber dedicado su tiempo y sus recursos económicos a la asistencia de los pobres. Como autor, la mayor parte de su producción es para piano. Son piezas románticas de estilo intimista, como baladas, nocturnos y fantasías. El catálogo se inicia con la colección de valses titulada "Le Parnase" (1825); en Londres publicó "Variations sur un air de l'opéra 'Semiramide riconosciuta' de Meyerbeer" (1826), "The farewell" (1827). "Le Parnase, nº 2" (1828), la marcha "The halt!" (1828), "Three scherzini" (1828), entre otras; en Madrid "Rondino brillante", "L'inocente", "Los cantos de las Dríadas" (1831) y "La ilusión" (1837); en París "The spleen" (1834) y el nocturno "Une idée fixe" (1842), además de las piezas basadas en danzas españolas y otras obras de salón.