Filólogo, exiliado español. En algunos de sus escritos firmó con el pseudónimo de Esteve Arnau. En 1890 logró el título de ingeniero industrial y desde 1902 hasta 1911 trabajó como catedrático de química en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. Fue uno de los promotores de la reforma lingüística del catalán literario que se estructuró bajo la revista L'Avenç, dentro del ámbito modernista. Tras el fin de esta campaña prosiguió con el trabajo en su editorial, en la cual se incluyeron gramáticas, ortografías y cuestiones gramaticales. En este periodo publicó sus primeros textos relativos a la gramática: Ensayo de gramática del catalán moderno y Contribució a la gramática de la llengua literaria, ambos precedentes de su Gramática de la llengua catalana. Posteriormente publicaría el Vocabulario català-castellà i castellà-català. Realizó la traducción al catalán de tres obras de Maeterlinck: La intrusa, Interior y Ulalume. También adaptó Espectres de Ibsen junto a Casas-Carbó y promovió el Primer Congrés Internacional de la Llengua Catalana. En 1912 integró la Sección Filológica del Institut d'Estudis Catalans, el cual llegó a presidir desde 1918. Desde dicha institución escribió trabajos como Normes ortogràfiques, Diccionari ortogràfic, Gramàtica catalana y el Diccionari general de la llengua catalana. Este último llegó a ser el diccionario normativo hasta 1995. Aparte de su labor como gramático fue también promotor de un cánon literario y de un modelo escrito. Escribió en revistas especializadas como Revue Hispanique y en otras culturales como La Revista, además de en los periódicos El Poble Català, en la que publicó artículos que en buena parte se recopilaron en Qüestions de gramática catalana y La Publicitat, donde creó la sección Converses filològiques. En 1932 reunió más artículos bajo un mismo tema y se publicó con el título El català literari. A lo largo de la Segunda República formó parte del Patronato de la Universidad de Barcelona. En Enero de 1939 cruzó la frontera hasta Perpiñán y pasó por Illa del Riberal y París. En esta última ciudad ejerció como colaborador activo del Institut Ramón Llull, donde llegó a ocupar la presidencia de su Consejo de Dirección y escribió en la Revista de Catalunya, la cual por aquel entonces realizaba las publicaciones en la capital. Desde enero de 1940 hasta 1942 estableció su residencia en Montpelier, hasta que en este último año se asentó definitivamente en Prada de Conflent. En 1945 logró el título Doctor Honoris Causa por la Universidad de Toulouse. En 1948 el presidente de la Generalitat Catalana en el exilio Josep Irla formó el Comité Nacional de Homenaje a Fabra. Su último trabajo fue La Gramática catalana, que concluiría su discípulo Joan Colomines en 1956.