Asociación de mujeres fundada por María Lejárraga durante la II República. Fue anunciada por María en agosto de 1931 y empezó a funcionar en marzo de 1932. Se la conoció como "La Cívica". Tuvo su sede en la plaza de las Cortes, nº 6 de Madrid.

También fueron miembros fundadoras la compositora María Rodrigo Bellido y Pura Ucelay, procedentes del Lyceum Club. También participaron en la asociación las maestras Julia Peguero y Mercedes Sardá. Tuvo como secretaria a Teresa Casero Santos.

Era una asociación dirigida a la clase media, a las jóvenes empleadas en el sector servicios especialmente, que carecían de foros culturales y sociales. Carecía de orientación política alguna. Los requisitos económicos para pertenecer eran pagar una cuota de ingreso de cinco pesetas y una mensual de dos pesetas.

La Civica organizaba cursillos sobre muy diversos temas impartidos por algunas de sus miembros y por distinguidos profesores; se daban clases de idiomas, taquigrafía, corte y confección, música y declamación. También se organizaban visitas a museos, excursiones o bailes. Funcionó, además, el Club Anfistora de teatro, dirigido por Pura Ucelay y Federico García Lorca.

El éxito de La Cívica fue notable llegando a alcanzar mil quinientas afialiadas.