Periodista, humorista, dibujante y escritor de cuentos, exiliado español. Nació en el seno de una familia acomodada de maestros y periodistas. Era hijo de Joan Ferrer i Poblet, el cual trabajaba como director del centro escolar La Academia Palafrugellense y de Dolors Coromines, con orígenes aristocráticos. Tuvo cuatro hermanastros, procedentes de anteriores matrimonios de la pareja y una hermana tres años más pequeña que él, Carme. Logró el título de Magisterio y trabajó a lo largo de dos años como docente de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Palafrugell. En este periodo colaboró con el arquitecto noucentista Rafael Masó en la restauración de las pinturas de Manuel Tremulles en la capilla de Sant Narcís de la iglesia de Sant Feliu de Girona. En 1914 ejerció como periodista en Barcelona, en la redacción de La Publicitat, de ideología republicana y catalanista. Mantuvo dicho puesto hasta el último número del periódico el 22 de enero de 1939, a cuatro días de la llegada de las tropas franquistas a Barcelona. A su vez escribió como colaborador en las publicaciones satíricas L'Esquella de la Torratxa, L'Estevet, El Senyor Daixonses i la Senyora Dallonses y especialmente en El Be Negre. En 1924 se editó en el número 9 de la colección Els Contistes catalán, el libro Suborn. Juli Verne. El parc de Toronto. El calor. En dicha colección también salieron a la luz El calor. Gran Guinyol instructiu en dos actes o Els espectacles ciutadans. A partir de 1924 trabajó como colaborador en las publicaciones ilustradas D'Aci i d'allà, La Nova Revista o Mirador. El 15 de mayo de 1935 representó en el teatro Poliorama de Barcelona su obra Perquè demà surti el sol, la cual permanece inédita, fue la única de todas sus creaciones que vio representada y su estreno se produjo en el teatro Poliorama de Barcelona, el 15 de mayo de 1935. Escribió también la novela corta 3 al P ol, que fue traducida al castellano y logró una gran acogida entre el público y los intelectuales de la época. Con la ocupación franquista en Barcelona, Ferran huyó hasta Francia, mientras que su esposa e hija se trasladaron a Llívia, donde residía su hermana Carme. Se asentó en Tolouse como una gran parte de la intelectualidad catalana. Con el gobierno colaboracionista del general Pétain, Ferran fue interrogado por la Gestapo en el centro de la Rues des Martyres y posteriormente enviado al campo de concentración de Gurs, donde permaneció prácticamente un año y vio debilitarse seriamente su salud. Tras lograr su salida en 1942 alquiló un piso en Toulouse y logró reunirse con su familia. En esta localidad cofundó la revista Foc Nou, junto a otros intelectuales, la cual pasaría a llamarse Canigó y Butlletí Interior de la Secció Catalana de la Societé Française des Amis de la Catalogne. En esta etapa trabajó en diversos oficios, como decorador de escaparates o miniaturista. A su vez colaboró junto a otros exiliados en el periódico L'Espagne Républicaine o en la obra colectiva Ofrena a París dels intel-lectuals a l'exili. Fue también coeditor de la edición de L'obra de Josep Carner: Volum d'homenatge de seixanta-dos autors. Colaboró en revistas catalanas, occitanas y mexicanas del exilio como Mai no morirem, La Nostra Revista o Vida Nova. En 1954 sufrió un accidente doméstico que le provocó la facturación del fémur y que le amputaran una pierna. No obstante continuó escribiendo y pintando, hasta que en 1968 se le diagnosticó un cáncer y terminó falleciendo en La Grave, Toulouse. Una gran parte de su obra se encuentra aún en el olvido.