Compositor, crítico y musicógrafo español. Hijo de Joaquín Espín y Beltrán, militar, y de Josefa Guillén Igual. Inició sus estudios en Santo Domingo de la Calzada, y recibió lecciones de solfeo y órgano de José Aramburu. Se trasladó a Burgos en 1828, donde se dedicó plenamente al estudio de la música con el maestro de capilla de la seo burgalesa Plácido García Aguado, y con los organistas Vicente Pueyo y Ciriaco Olave. En 1831 viajó a Francia y estudió en Burdeos con el pianista Hoffmann. De regreso a España, se presentó a la plaza de organista en Santo Domingo de la Calzada y en Calahorra, pero no tomó posesión en ninguna de las dos. En 1832 se trasladó a Madrid donde, al año siguiente, ingresó como alumno externo en el Real Conservatorio de Música y Declamación. Allí recibió clases de piano y acompañamiento de Pedro Pérez Albéniz, y de canto de Francesco Piermarini, primer director del Conservatorio; también asistió a las de composición impartidas por Ramón Carnicer. Procuró ganarse la vida como profesor de canto y piano, mientras componía algunas piezas con la que se fue dando a conocer. Por medio del compositor Ángel Inzenga, comenzó a frecuentar distintos salones aristocráticos madrileños. El 29 de enero de 1836, se casó con Josefa Pérez Colbrand, sobrina de la cantante Isabel Colbrand, primera esposa del compositor Gioachino Rossini. Tuvieron cuatro hijos: Joaquín, director de orquesta, Julia, cantante de ópera y musa de Gustavo Adolfo Bécquer, Josefina y Ernestina, cantantes aficionadas.

Fue presidente de la Sección de Música del Liceo Artístico y Literario, entre 1838 y 1842; y miembro de otras asociaciones como el Museo Matritense, el Instituto Español, y el Museo Lírico, donde en 1842 fue nombrado titular de la cátedra de canto. Ese mismo año fundó "La Iberia Musical", primera revista especializada en música publicada en España. Durante esta etapa, estrenó en estas sociedades, salones y teatros algunas piezas, principalmente para voz y piano, como "Il palpito di'l cor" (1842); y las canciones españolas "La aldeana" (1842), "El serrano" y "La caprichosa" (1843). Su empeño, junto a otros compositores y literatos, por crear la ópera española le llevó a publicar numerosos artículos, con su firma y con el pseudónimo de Zampa, y a componer Padilla o el asedio de Medina, ópera en tres actos con libreto en castellano de Gregorio Romero Larrañaga. La obra fue estrenada, parcialmente, el 9 de julio de 1845 en el Teatro del Circo de Madrid, con notable éxito, aunque nunca se llegó a representar completa.

En 1845 acudió a Bolonia, llamado por Rossini, para arreglar el testamento de su primera esposa y tía de su mujer, Isabel Colbrand. Allí entró a formar parte, como Maestro compositor honorario, de la Academia Filarmónica, donde presentó la introducción de su ópera; y tuvo la oportunidad de conocer a Verdi. Gracias a la mediación de Rossini, hubiese podido hacer carrera en Italia como empresario del Teatro de Ferrara, pero se volvió a Madrid ya que había sido nombrado maestro director y compositor de la compañía de ópera del Teatro de la Cruz. El proyecto, auspiciado por Narváez, estaba encaminado al establecimiento de la ópera española, pero fracasó. En 1851 fundó en su propio domicilio el Círculo Filarmónico, en el que se dieron muchos conciertos; en 1855 fue nombrado organista supernumerario de la Capilla Real; y en 1857 profesor de solfeo del Conservatorio Nacional de Música y Declamación. En la siguiente etapa siguió componiendo para la escena y se centró en sus escritos y artículos musicales, publicados en diferentes periódicos. Además de las obras reseñadas, escribió las zarzuelas "Carlos Broschi" (1853) en tres actos, "El encogido y el estirado" (1857), "La vieja y el granadero" y "La loca por amor" (1859).