Violinista, transcriptor y compositor español.

Hijo de Manuel Pérez González, maestro azucarero, y de Concepción Díaz Tercedor. Se casó en dos ocasiones, con Germaine Eiger, actriz francesa, y con Luisa Oller posteriormente. Tuvo dos hijos, Francisco y Concepción. Nació el 3 de diciembre de 1901 en Motril (Granada, España).

Ingresó en el Colegio Don Federico Gallardo de su localidad natal, el 16 de septiembre de 1910. Estudió violín en Granada y amplió su formación en Madrid con Enrique Fernández Arbós, recomendado por Manuel de Falla. Recibió una beca del Centro Artístico y Literario de Granada que le permitió viajar a París, estudiar con Gaston Poulet, asistir a las clases de Wanda Landowska en su École de Musique Ancienne, creada en Saint-Leu-la-Forêt, e ingresar en el Conservatoire de París a finales de los años veinte. En Granada, ofreció recitales en el Hotel Alhambra Palace y en el Salón Victoria; allí posiblemente conoció a Falla y a Landowska. Formó parte de la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección del maestro Arbós, y fue miembro del Trío de Madrid junto al violonchelista Francisco Gasent y el pianista Juan Bernal. En 1932 ganó el Primer Gran Premio Internacional de Virtuosismo del Conservatorio de París, y ofreció un recital en el Coliseo Viñas de Motril con motivo del homenaje que su ciudad natal le brindó el 15 septiembre del mismo año. En su programa, incluyó la danza de la “Vida breve” (1904-1913) de Falla. A finales de 1932 participó en un concierto en el Ateneo de Madrid con Juan Bernal, en el que también actuó el violonchelista Ricardo Boadilla. El 16 de marzo de 1933 estrenó, también en el Ateneo madrileño, con el pianista Juan Quintero, las piezas “Variaciones clásicas” (1932) de Joaquín Turina y “Canto sin palabras” (1930) de Salvador Bacarisse, ambas para violín y piano.

Ofreció recitales para Unión Radio que fueron retransmitidos en 1933. También intervino, en diciembre de ese año, junto al pianista Enrique Aroca, en el Centro Artístico y Literario de Granada; y el 16 de febrero de 1934 con el pianista Adolfo Montero en el Teatro Calderón de la Barca de Motril. En mayo de 1935 dio un concierto en el Hotel Ritz de Madrid, acompañado por el pianista Federico Quevedo, en cuyo programa incluyó una pieza de Ernesto Halffter y otra de Gustavo Pittaluga. En este periodo, en diversos medios, recibió la crítica favorable de Pittaluga, Adolfo Salazar y Julio Gómez. Emprendió una gira por Brasil que le llevó a fijar posteriormente su residencia en Argentina, debido al estallido de la Guerra Civil en España.

En Argentina, trabajó como profesor; fue asesor musical de la emisora Radio el Mundo; publicó transcripciones para violín y piano en la editorial Ricordi Americana de Buenos Aires, algunas como “Rumores de la caleta” de Isaac Albéniz en 1946; o “La maja y el ruiseñor” de “Goyescas” de Enrique Granados en 1951; y continuó con su actividad como concertista. También publicó en esta editorial sus composiciones “Cantiga” (1951) que dedicó a Isaac Stern; “Madrigal” (1951) que dedicó a Yehudi Menuhin; y “Tonadilla” (1951) que dedicó a Henryk Szering. El 8 de noviembre de 1943, intervino en el Teatro Odeón de Buenos Aires junto al pianista Anselmo Miquel, donde interpretó obras de Giuseppe Tartini, Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven, Enrique Granados, Jaume Pahissa, Niccolò Paganini y Pablo Sarasate; en el descanso del concierto, la esposa de Jaume Pahissa le entregó un retrato de Falla que envió el músico gaditano, gesto que agradeció en su carta del 25 de noviembre de 1943. Falleció en agosto de 1960 en Argentina.