Médico y guitarrista español. No se dedicó profesionalmente a la guitarra y desarrolló su carrera en España.

Hermano de José María Romero, veterinario, dibujante y caricaturista; y padre de Baldomero Romero Ressendi, pintor, y de Elisa Romero. Recibió lecciones de Francisco Tárrega. Recopiló en Utrera (Sevilla) fragmentos del romance “Gerineldo”, del que fue publicado un íncipit en el “Romancero tradicional de las lenguas hispánicas” (1976). Conoció en un local sevillano a Andrés Segovia, al que escuchó hablar del guitarrista cubano Celedonio Romero. El 25 de abril de 1934 escribió a Manuel de Falla desde Sevilla. En su carta, le recordó que habían sido presentados por el maestro de capilla Eduardo Torres; también le comentó que había visitado al guitarrista Miguel Llobet en Barcelona, en 1924, con la intención de hacerse con sus obras para guitarra. Por este motivo, preguntó a Falla si autorizaba a Llobet que se las pudiese facilitar, o algún lugar donde adquirirlas; por último, mencionó conocer la intensa agenda del maestro gaditano a través del violonchelista Segismundo Romero Mejías.

El sacerdote Pedro Badanelli le dedicó un precioso tríptico de sonetos titulado La guitarra, el guitarrista y Baldomero, con ocasión del homenaje que se le tributó en el Gran Hotel La Fuente de Sanlúcar en agosto de 1930.