Actriz y cantante española.

Nació en Zaragoza el 26 de noviembre de 1820. Hija de Jerónimo Hervella Lamadrid, actor, y de Juana María Cano. Hermana de Bárbara Lamadrid, también actriz y cantante, casada del cantante Francisco Salas. También hermana de los funcionarios Jerónimo y Carlos Hervella Cano Lamadrid y tía de la actriz Carlota Lamadrid y de Cristina Lleroa Hervella.

Siendo todavía muy joven, comenzó su carrera teatral en Sevilla. En 1833 fue contratada por Juan Grimaldi para actuar como dama joven en el Teatro del Príncipe de Madrid. Poco después, junto a su hermana Bárbara, se convirtió en primera dama del Teatro de la Cruz. En ambos coliseos cosechó grandes éxitos en piezas de teatro clásico español, tanto en prosa como en verso.

En 1841 se casó con compositor y profesor de canto de origen italiano Basilio Basili, con el que tuvo dos hijos: Ernesto y Enriqueta Basili Hervella que fue también cantante y actriz como sus padres.

Al igual que su hermana Bárbara, participó como cantante en algunas piezas líricas compuestas por su marido como "El ventorrillo de Crespo" (1841) y "Los solitarios" (1843), zarzuela en un acto con libreto de Manuel Bretón de los Herreros. También fue cabecera de cartel en el Teatro de los Basilios que dirigía Joaquín Arjona, con un amplio repertorio que incluía autores antiguos y modernos. Fueron memorables, entre otras, sus interpretaciones en "Adriana Lecouvreur" de Eugène Scribe (1851), en cuyo papel fue retratada por el pintor Manuel Cabral Aguado-Bejarano, "Locura de amor" (1855) de Manuel Tamayo y Baus, "La campana de Almudaina" (1859) de Juan Palou y Coll, "¡Bienaventurados los que lloran!" (1866) de Luis Mariano de Larra, y "El tanto por ciento" (1861) de Adelardo López de Ayala, con quien mantuvo una intensa relación epistolar. En 1870 se trasladó a América con un ventajoso contrato, donde continuó cosechando triunfos.

A su vuelta a España, abandonó la escena y sucedió a Matilde Díez en la cátedra de Declamación del Conservatorio de Madrid. Fue maestra de la actriz María Guerrero. Murió, arruinada y olvidada por el mundo del teatro, el 21 de abril de 1896.