Religioso peruano y Arzobispo de Lima de 1918 a 1931.

Hijo de Carlos Lissón Hernandez y Dolores Chávez Fernández. Realizó sus estudios primarios en el Colegio de San Vicente de Paúl, y tras acabar estos ingresó en el Seminario Mayor para formar parte de la Congregación de San Vicente de Paúl. Para continuar sus estudios sacerdotales se trasladó a París en 1892 para estudiar Filosofía y Teología y se ordenó sacerdote en 1894. Una vez ordenado sacerdote volvió a Arequipa para graduarse en Ciencias en la Universidad Nacional de San Agustín y ejercer como profesor en el Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo.

En 1909 fue nombrado Obispo de Chachapoyas, lo que aprovechó para pedir a Roma ayudas para su diócesis y realizar una intensa labor misional y una gran labor social.

En 1918 fue nombrado Arzobispo de Lima. Durante su arzobispado creó cinco seminarios menores para la educación primaria y secundaria, impulsó la instrucción del catecismo, intercedió ante el Papa por las provincias peruanas ocupadas por Chile, organizó y dirigió varias asambleas episcopales. Para gestionar la arquidiócesis creó la Sindicatura Eclesiástica y para mejorar su economía el Monte de Piedad, siguiendo los modelos de los obispados estadounidenses. Fundó dos publicaciones La Tradición y Acción Católica e intentó crear una universidad, pero sus esfuerzos acabaron dirigiendose a la Universidad Católica del Perú.

La búsqueda de apoyo institucional para el desarrollo de su arquidiócesis le hizo acercarse al gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930), lo que provocó que, tras la caída de este en 1930 y la toma del poder del coronel Luis Sánchez Cerro, se le acusara de intentar legitimar una dictadura y malversar los fondos de la arquidiocesis y por lo tanto se pidiera su relevo a Roma. Finalmente las acusaciones fueron desestimadas, aunque se vio obligado a abandonar Lima y dirigirse a Roma en 1931, donde renunció formalmente al arzobispado. En Roma se dedicó a recopilar la documentación sobre la Historia de la Iglesia de Perú al mismo tiempo que fue nombrado obispo de Methymma (Grecia) e intentaba volver a Perú como párroco de Chachapoyas, lo cual no consiguió.

En 1940 se trasladó a España para continuar con su labor archivística en el Archivo General de Indias de Sevilla y al mismo tiempo ejercer de obispo auxiliar de las diócesis de Sevilla y Valencia al mismo tiempo debido a la necesidad de personal tras la Guerra Civil española. Pese a que en 1950 se le permitió la vuelta a Arequipa, continuó con su labor pastoral en España hasta su muerte en 1961. Sus restos fueron trasladados a la Catedral de Lima y en 2003 se inició el proceso de su beatificación.

Durante su estancia en España fue asiduo a las salas de consultas de los archivos españoles. En 1940 acudió al Archivo General de Simancas para investigar sobre la historia eclesiástica de Perú. Entre abril y marzo de 1942 investigó en la sección de Inquisición del Archivo Histórico Nacional (A.H.N.) de Madrid. También visitó con frecuencia el Archivo General de Indias.