I marqués de Cañete. Señor de Uña, Tragacete, San Lorenzo de la Parrilla y Poyatos.

Montero mayor del Rey, virrey de Navarra, alcalde de sacas del obispado de Cuenca, tesorero de la Casa de la Moneda de Cuenca, guarda mayor de la ciudad de Cuenca, capitán de las Guardas de Castilla, gobernador y capitán general de Galicia, maestresala de los reyes y de Cuenca.

Aunque los Reyes Católicos concedieron el título de marqués de Cañete a Juan Hurtado de Mendoza, abuelo de Diego Hurtado de Mendoza y Silva, no se emitió el oportuno real despacho, de suerte que éste último es considerado oficialmente I marqués de Cañete desde 1530.

Heredó el título a la muerte de su abuelo. Sus padres fueron Honorato de Mendoza, señor de la Parrilla, y Francisca de Silva Ribera, hija del I conde de Cifuentes. Casado con Isabel de Cabrera Bobadilla, hija de los marqueses de Moya, tuvo varios hijos, entre ellos a Andrés Hurtado de Mendoza, futuro marqués de Cañete; a Rodrigo de Mendoza, contino en la Casa Real o a Francisco de Mendoza, capellán y preceptor del futuro Felipe II.

Su carrera política y cortesana comenzó con su nombramiento como Montero Mayor del príncipe don Juan. Tras tener varios enfrentamientos durante el breve gobierno de Felipe el Hermoso, el regreso de Fernando a la cortes castellana supuso la consolidación de su figura en el panorama cortesano. Fue así nombrado gobernador de Galicia. Ya con Carlos I entró en el Consejo de Guerra donde tuvo una importancia fundamental, si bien ello supuso enfrentamientos con otros miembros de la corte como el conde de Miranda. En 1534 se le encomendó el virreinato de Navarra con el fin de proteger la frontera con Francia.