Editorial fundada por Saturnino Calleja Fernández con sede social en Madrid.

En 1907 publicó "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez. Tras la muerte de su fundador en 1915, sus hijos Saturnino y Rafael Calleja Gutiérrez se hicieron cargo de la editorial, que en esa fecha ya era la segunda más importante de la capital española. El último libro se editó en 1958 y la editorial desapareció en 1959.

Fundada en Madrid en 1876 por Saturnino Calleja Fernández, editor, pedagogo y escritor. Padre de Rafael, escritor y editor; Fernando, traductor; y Saturnino, editor. Defendió los intereses de la pedagogía en España a través de la Asociación Nacional de Magisterio Español; y presidió la Asamblea Nacional de Maestros en 1890. También fundó y dirigió los periódicos La Ilustración Española y El Heraldo del Magisterio. La editorial se integró en el mercado español con el objetivo de aumentar el material pedagógico, innovar en la forma y temática de sus colecciones y llegar hasta Latinoamérica. Gracias a la cuidada edición de sus cuentos infantiles y el gran número de libros publicados, aumentó su prestigio y popularidad entre los lectores. En la evolución histórica de la editorial se reconocen tres etapas. La primera entre 1876 y 1915, periodo de expansión caracterizado por la publicación de más de tres millones de volúmenes dirigidos por su fundador, entre los que la literatura pedagógica infantil cobró protagonismo. Inauguró en 1896 en Madrid un establecimiento de cuatro plantas que albergó el domicilio familiar y toda la logística de la empresa; y en la década de 1910, su irrupción en Latinoamérica le permitió instalar dieciocho delegaciones entre América y Filipinas, participando en la compra pública de la Secretaría de Educación de México e instalando una de sus sedes en Ciudad de México. De 1916 a 1928, segunda etapa, Rafael Calleja Gutiérrez renueva la línea editorial, Salvador Bartolozzi asume la dirección artística e incluye a los ilustradores Federico Ribas y José Zamora. Por último, la tercera etapa, comprendida entre 1929 y 1958, periodo en el que Saturnino Calleja Gutiérrez dirige y centra sus esfuerzos en la mejora de la comercialización, ingresando en el Sindicato Exportador del Libro Español, organismo que facilita la propaganda, crédito y comercio librero en América Latina. La Editorial Calleja brindó apoyo laboral a los exiliados de la Guerra Civil española en Latino América. En 1958 la editorial cerró sus puertas.