El Monasterio de Santa María de la Valldigna fue fundado por el rey Jaime II de Aragón el 15 de marzo de 1297. En esa fecha el rey cedió a fray Boronat de Vila-Seca, abad del Monasterio de Santa María de Santes Creus, el señorío sobre todas las tierras del valle de Alfàndec, incluyendo sus alquerías y caseríos. Entre las poblaciones que controlaba el monasterio estaban las alquerías moriscas de Simat, Benifairó, Tavernes, La Xara, Alfulell, L'Ombria, Massalí y Ràfol d'Almunia. Posteriormente también adquirió las alquerías de Burriana, Benivaire, Carcaixent, Fortaleny, Aitona y Liber.

El edificio disponía de claustro, iglesia, refectorio, cocina, granero, bodegas y celdas para los monjes. Se construyó en el siglo XIV, aunque fue reformado y ampliado después de los terremotos de 1396 y 1644. Entre 1460 y 1530 el monasterio estuvo gobernado por abades comendatarios. Fue saqueado en 1521, durante la Guerra de las Germanías (1520-1522). Posteriormente, se decidió fortificar el edificio con una muralla debido a las frecuentes revueltas moriscas y a los ataques piratas.

La Guerra de la Independencia (1808-1814) interrumpió la vida del monasterio. El edificio fue utilizado primero como hospital. A partir de 1812 fue ocupado por las tropas francesas, aunque los monjes pudieron restaurarlo después del conflicto. El monasterio fue cerrado de nuevo durante el Trienio Liberal (1820-1823) debido a la supresión de las órdenes monásticas por la Ley sobre monasterios y conventos de 25 de octubre de 1820.

El monasterio fue suprimido definitivamente por la junta de gobierno del reino de Valencia y Murcia en agosto de 1835, tras la publicación del Real Decreto de 25 de julio de ese año suprimiendo los monasterios y conventos de religiosos con menos de 12 individuos profesos. La exclaustración fue confirmada por el Real Decreto de 11 de octubre suprimiendo los monacales.