Marchante y coleccionista de arte. Nacido en la antigua Checoslovaquia, finalmente acabaría siendo nacionalizado americano. Hijo de un banquero austriaco asentado en Estados Unidos, heredó su gusto por el mundo comercial y el coleccionismo de antigüedades. En 1910 ya le encontramos en España donde dio una conferencia en la Real Sociedad Geográfica para exponer sus viajes por Asia. Mantuvo amistad y correspondencia con Joaquín Sorolla y frecuentó los círculos de la alta sociedad española. Miembro de la Sociedad Española de Amigos del Arte, de la que fue socio suscriptor entre 1917 y 1935, se valió de sus reuniones y exposiciones para mostrar su variada y extensa colección de antigüedades. Es posible que viera en tales oportunidades un escaparate para mostrar sus mejores piezas de cara a venderlas a posteriori en el mercado del arte. En 1921, y en colaboración con su hermano, Herbert Paul Weissberger, protagonizó una de las más destacadas ventas de arte español en Estados Unidos.

En 1939, tras el final de la guerra el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional realizó una primera visita a su domicilio madrileño donde, a lo largo de varias jornadas, se incautó su colección que fue depositada en el Museo Nacional de Artes Decorativas. Weissberger fue denunciado por pertenecer a la masonería aunque la causa finalmente fue sobreseída y archivada en 1946. Entre 1948 y 1952, regresó a España para recuperar su colección.