Violonchelista, director de orquesta, crítico musical y profesor español.

Nació en Granada en 1866 y falleció en San Sebastián (Guipúzcoa) en 1946. Hijo de José de Larrocha Sánchez y de Carmen González Jiménez. Hermano de José, reconocido pintor granadino, y de Federico Larrocha González, abuelo de la pianista Alicia de Larrocha de la Calle.

Comenzó sus estudios musicales como niño de coro en la catedral de Granada. También estudió violín y violonchelo. Continuó su formación en el Conservatorio de Madrid, fue alumno del violonchelista Víctor Miresky, al tiempo que tocaba en orquestas como la de la Sociedad de Conciertos, Teatro Real y Sociedad Artística Musical.

En 1897 se propuso a Alfredo Larrocha, que entonces residía en Madrid, como profesor y director de la Academia de Música del Palacio de Bellas Artes de San Sebastián, propiedad de la Sociedad Easo. Bajo su dirección, se impartieron en dicha academia, desde esta fecha hasta 1912, todos los instrumentos de cuerda, canto y solfeo.

Formó dúo con el pianista Leonardo Moyua, marqués de Rocaverde, conocido con el nombre artístico de Leo de Silka. El 14 de mayo de 1899 ambos interpretaron, en el Palacio de Bellas Artes donostiarra, varias obras de Auguste Franchomme, Felix Mendelssohn y David Popper. El famoso violinista navarro Pablo Sarasate le dedicó un retrato fotográfico en 1896. Compartió la dirección de algunas formaciones orquestales que actuaban en el Gran Casino de San Sebastián, en sus conciertos veraniegos, con maestros como Tomás Bretón.

El 12 de noviembre de 1899 dirigió el primer concierto celebrado en el Palacio de la Sociedad de Bellas Artes de San Sebastián, con los músicos de cuya academia, como hemos visto, era director. Tuvo como discípulos al violinista José Bustinduy Bolinaga y al compositor Pablo Sorozábal. El 29 de agosto de 1926 sus alumnos le rindieron homenaje, en un concierto celebrado en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, agrupados en un conjunto instrumental que fue el inicio de la Orquesta Sinfónica de San Sebastián. Esta agrupación fue dirigida, desde su presentación el 20 de enero de 1927 con el Orfeón Donostiarra, por Larrocha, que cedió la batuta en varias ocasiones a su discípulo Sorozábal. Elías Arizcuren le sucedió en la cátedra de violonchelo en el Conservatorio de San Sebastián. Fue también crítico musical y autor de "Manual del violinista" (1938).