Pintor, dibujante y diseñador de marionetas español.

Nació en Sevilla en 1904. Hijo de Pablo Sebastián Casals, comerciante. Hermano de María Teresa Sebastián Cantó, casada en 1930 con el escritor sevillano Alejandro Collantes de Terán y Delorme.

Estudió en el colegio de los jesuitas de su ciudad natal. Vinculado desde muy joven al Ateneo de Sevilla, participó en la Exposición de la Sección de Bellas Artes de 1925, cuya junta directiva, presidida por el pintor Gustavo Bacarisas, le otorgó un premio de cien pesetas. Perteneció al grupo artístico Mediodía, que publicaba una revista con el mismo nombre, en ella fue colaborador gráfico. En 1928 ganó otro premio en un concurso también convocado por el Ateneo. El 17 de noviembre de ese mismo año, sus amigos de la revista Mediodía le dedicaron una «cena superrealista» en desagravio por haber sido rechazado por el Ayuntamiento sevillano, por demasiado moderno, su proyecto de cartel para las Fiestas de Primavera de 1929. Su amigo Alejandro Collantes de Terán, que le dedicó un poema en Versos (1926) y el soneto «A un pintor» en la propia revista, reseñó esa cena en el nº 50 de La Gaceta Literaria (15 de enero de 1929). También ilustró el libro de poesía Mundo en blanco y negro (1930) de Rafael Porlán y Merlo, gran aficionado al cine, con dos reproducciones de cuadros suyos de carácter plenamente surrealista.

Fue becado por el Ayuntamiento de Sevilla para ampliar su formación en París. Allí coincidió con Ernesto Halffter, Rafael Alberti y Federico Elizalde. El 29 de junio de 1932, con el patrocinio de la embajada española, se estrenó en la Salle Gaveau, dentro de la Gala de Musique Espagnole, La pájara pinta (Introducción y prólogo) de Alberti con música de Elizalde. La obra fue interpretada por solistas de la Sinfónica de París, con Alberti recitando su propio texto bajo la dirección de Elizalde y con un telón expresamente pintado para la ocasión por Pablo Sebastián. En el concierto, dirigido por Halffter, participaron la soprano Conchita Supervía y la pianista Alice Halffter; también se interpretaron en dicha velada Sinfonietta, "Tres danzas" del ballet Sonatina y la canción Automne malade de Halffter, piezas de Elizalde y El amor brujo de Manuel de Falla.

Ese mismo año el Ayuntamiento republicano de Sevilla, por iniciativa del concejal Alberto Fernández Ballesteros, miembro de Mediodía y presidente de la Orquesta Bética de Cámara, propuso un homenaje a Falla. Para la ocasión, se representaría una producción de El retablo de maese Pedro, con nueva escenografía y marionetas, diseñadas por Pablo Sebastián. El compositor rechazó amablemente el homenaje, sugiriendo que se lo tributaran a la propia orquesta sevillana, que pasaba por un periodo de crisis económica. Dicha representación se fue retrasando hasta que, con motivo X Congreso internacional de Autores, la obra de Falla fue puesta en escena en el Teatro San Fernando de Sevilla, el 7 de mayo de 1935; con el barítono Celestino Sarobe, en el papel de don Quijote, el tenor Manuel Villalba, en el de maese Pedro, el niño Miguel Pérez en el de trujamán, y un conjunto instrumental integrado por profesores de la Orquesta Bética de Cámara, todos bajo la dirección de Ernesto Halffter. Durante esta etapa también colaboró en la revista sevillana Hojas de poesía, editada por José Bello Lasierra.

Al estallar la guerra civil española Pablo Sebastián se encontraba en Sevilla, pero en noviembre de 1938 se incorporó al Departamento de Plástica que el Servicio Nacional de Propaganda franquista había establecido en Burgos, del que era jefe el pintor guipuzcoano Juan Cabanas Erausquin. A dicho departamento pertenecían también los pintores José Caballero, José Romero Escassi y Pedro Pruna, entre otros. Poco después, se trasladó a San Sebastián como ayudante de José Caballero.

Durante las siguientes décadas, su actividad artística conocida se limita a un cartel para la Semana Santa de Sevilla de 1951 y a ilustraciones en algunas publicaciones de poesía, como la cubierta de Breve antología poética de Rafael Montesinos (1962).