Rey de Portugal. Hijo de Dionís de Portugal y de Isabel de Aragón. Casado en 1309 con María de Castilla, hija de Sancho IV y María de Molina. Se sublevó contra su padre lo que desencadenó una guerra civil en Portugal que se extendió durante más de cinco años (1319-1324) y que sólo finalizó cuando la intercesión de la reina Isabel hizo efecto. Un año más tarde, tras la muerte de su padre, ascendió al trono. Una de sus primeras acciones consistió en desposeer a su medio hermano, Alfonso Sanches, de los bienes que se le habían concedido y decretó su destierro del reino. La reacción de Alfonso fue la invasión del territorio luso por la zona de Barganza. Nuevamente sería la reina Isabel la que consiguió enderezar la situación, con la devolución de los bienes a Alfonso. La relación con la vecina Castilla fue compleja; Alfonso se vio envuelto en las maniobras de los infantes don Juan y Juan Manuel contra Alfonso XI, si bien al final hubo alianza entre ambos soberanos mediante la concertación del matrimonio entre el rey castellano y María de Portugal. No obstante, el rey luso hubo de ver cómo su hija recibía los desplantes del rey frente a su amante Leonor de Guzmán. Por el acuerdo de Estremoz (1336) se comprometió a la unión de su hijo y heredero, Pedro, con Constanza, hija del infante Juan Manuel. Alfonso XI de Castilla impidió la salida de la novia a Portugal lo que ocasionó el inicio de una guerra con Castilla que se extendió hasta 1339. En la década de 1340 se produjo la colaboración de ambos reinos en la lucha contra el infiel; esa unión se saldó con la victoria de portugueses y castellanos en la batalla de El Salado.