El convento de Nuestra Señora de Jerusalén, en Zaragoza fue fundado, por Juan Coloma, secretario de los Reyes Católicos. Para ello dona casas propias en Zaragoza, en lo que hoy se denomina Paseo de la Independencia, entonces junto a las murallas de la ciudad.

El objetivo era, no sólo obtener prestigio social, sino construir, un panteón familiar.

Inocencio VIII, autoriza la creación de un convento para religiosas de la Orden Tercera, en 1484. Y años más tarde en 1496, Alejandro VI autoriza al convento, a acogerse a la Regla de Santa Clara.

Desconocemos datos sobre el desarrollo de este convento, hasta que en 1711, reciben la visita de los reyes, Felipe V y María Luisa de Saboya.

A principios del S.XIX, sufren las consecuencias de la ocupación francesa, sufriendo daños por bombardeos, sin llegar a desalojar. Muy al contrario, llegaron a acoger a diversas comunidades, como a las Carmelitas Calzadas y franciscanas de Altabás.

Será en 1808, cuando se ven obligadas a huir, pues los franceses se apoderan del convento. Siendo acogidas en Santa Clara de Mallorca.

Consiguen regresar en 1814, gracias a la ayuda de la infanta, Mª Teresa de Ballabriga, pero el edificio no está en condiciones de ser ocupado y serán acogidas temporalmente, en San Juan de los Panetes.

En 1815, se inicia la reconstrucción del edificio, aunque esta se verá condicionada por la reordenación urbana que vive la ciudad, desde la ocupación francesa, con el proyecto del «Salón de Santa Engracia», hoy Paseo de la Independencia, y que provocará su posterior traslado.

Escapó de las medidas Desamortizadoras, hasta 1868, que debe funcionar como Escuela de Niñas. Prosiguió con su actividad normal, hasta el comienzo de la Guerra Civil (1936), que de nuevo tiene que acoger a otras comunidades, como la de Gelsa, Molina de Aragón y Lérida.

Ya en 1940, la estructura del cenobio, tiene que ser apuntalada y se plantea su reconstrucción, pero la Comunidad no cuenta con recursos, por lo que se verá obligada a la venta del edificio y dependencias y adquirir otro nuevo a las afueras de la ciudad. La ubicación actual, en la calle Isabel la Católica, al que se trasladan en 1943, y donde desarrollan actividad hasta hoy.