Institución
Convento de Nuestra Señora del Espino de Vivar del Cid (Burgos, España)Otras formas
desde 1475 hasta existente actualmente
El convento de Nuestra señora del Espino de Vivar del Cid, en la Provincia de Burgos, tiene su origen en un beaterio, localizado en la ermita, del S.XIII, en la que se rendía culto a la Virgen del Espino.
Estas beatas, en el S.XV comienzan a comprar terrenos entorno a la ermita y lo dedican al culto de la virgen. Otras fuentes apuntan a Don Pedro López de Padilla Adelantado de Castilla y su mujer Isabel Pacheco, como patronos del monasterio contribuyendo a la construcción del templo. En este tiempo en 1475, pidieron licencia a Roma para fundar el convento y acogerse a la Regla de Santa Clara.
Durante siglos las Clarisas custodiaron el manuscrito del Poema del Mío Cid, y es que en esta localidad, se dice, nació el Cid Campeador en 1041.
Desarrollaron su actividad durante ciento cuarenta y tres años, hasta que el 21 de septiembre de 1620, el cenobio sufre un incendio que malogra prácticamente toda su fábrica. Por lo que las monjas se trasladan a Burgos, donde permanecieron dos años, tiempo que se tardó en reedificar el convento.
A pesar del incendio se consiguieron salvar documentos antiguos.
A principios del siglo XIX, la Guerra de la Independencia sacó de nuevo a las religiosas del monasterio, cobijándose durante los años bélicos en casas de vecinos de la localidad, para regresar a él tras finalizar la contienda.
En la actualidad la comunidad está formada por 16 hermanas, contando dos novicias, con edades comprendidas entre los 20 y 87 años. Para su sustento trabajan en la elaboración de dulces.
Durante siglos las Clarisas custodiaron el manuscrito del Poema del Mío Cid, y es que en esta localidad, se cree, nació el Cid Campeador en 1041.
Enrique Gutiérrez, OFM, Monasterio de Santa Clara. Vivar del Cid (Burgos), Burgos 1987, 152 págs].
PARES: Código Referencia:ES.28079.AHN/3.1.3.13.142//