El Convento de las Angélicas de la ciudad de Cuenca, es un edificio que está anexo a la Iglesia de San Nicolás de Bari, en la plaza del mismo nombre.

Fue fundado en 1561 por el Comendador Constantino del Castillo. De las obras del convento se encargaría su sobrino, Juan Antonio Castillo, deán de Cuenca. Se construyen en lo que fuera casa palaciega del comendador y que quedaban, entonces, en el arrabal de la ciudad.

La prosperidad económica del S.XVI, en la ciudad, gracias al comercio de paños y producción de alfombras, se tradujo en el desarrollo de la burguesía y en un boom constructivo y, de esta época son muchos de los monumentos religiosos, entre los que se encuentran el Convento de las Angélicas, el mismo Palacio Episcopal y otros conventos femeninos.

Durante la Guerra Civil, todos los templos conquenses fueron profanados y también saqueados, así la iglesia de las «angélicas», sería destruida por lo que se llamaban «las izquierdas» o «el frente popular». El convento fue utilizado como cuartel para la milicia.

Aún así la comunidad reanudaría su actividad tras la Guerra, que desarrollaría hasta 1998, que ante el escaso número de vocaciones, deciden vender el monasterio y trasladarse, al de su misma congregación cerca de la puerta valencia.

De su edificio, que aún se conserva, destacan la portada gótica y el arco de medio punto con grandes dovelas. Actualmente funciona como Escucela de Oficios.