El desaparecido convento de Santa Clara de Cumbres Mayores, en la provincia de Huelva, fue fundado por las hermanas María y Leonor Bejarano. Hijas de Juan Martín Bejarano, personaje de antiguo e importante linaje.

Contaron con la bula pontificia de Pablo II, el año 1466. Según cronistas consultados, en origen era denominado como Nuestra Señora de la Consolación.

En 1515, el convento requiere de mejoras y ampliación, que son llevadas a cabo por Fernando Bejarano, tío de las fundadoras y presbítero y racionero de la Catedral de Sevilla, de la que pasa a depender. En ese momento el templo del convento cambia de advocación a Nuestra Señora de la Concepción.

Algunos trabajos apuntan que, durante le S.XVIII el convento contaba con suficiente rentas y llegó a albergar a treinta monjas de clausura.

Poco más se conoce del desarrollo de esta institución. Sufrió las medidas desamortizadoras de Mendizábal, pero no cerraría sus puertas hasta 1849 y su iglesia celebraría culto hasta 1869.

De este convento solamente se conserva su portada, que es de granito y está encuadrada en un amplio alfiz con forma de arco conopial rematado por una gran cruz. El arco que cobija cuenta con arquivoltas decoradas con temas vegetales, motivos todos ellos del gótico tardío y del estilo de transición isabelina. El solar que ocupaba su iglesia es ahora una plaza en la vía pública.