El Convento de Santa Inés de la ciudad de Granada, fue en origen un beaterio fundado y patrocinado por el licenciado Bazón, se sitúa en el barrio del Albaicín, frente a la casa de los Ágreda.

Este beaterio acogía a jóvenes mancebas a principio del S.XVI y más tarde el Arzobispo don Pedro Guerrero tramitó su adscripción a la Regla de Santa Clara, unas fuentes apuntan a 1560 y otras a 1572. Su primera abadesa sería, Sor María Ferrer, procedente del convento de la Concepción, también de Granada.

A partir de este momento, los señores de Ágreda fueron sus patronos, costearon la construcción de su templo, y tras su muerte, la familia Ágreda se hace enterrar en la Capilla Mayor de su templo.

De este convento saldrían religiosas para fundar el convento de la Presentación, o Capuchinas, de la misma ciudad.

A principios del S.XVII cuenta con treinta religiosas y en 1640 ya cuenta con sesenta profesas. La última profesión solemne, de este monasterio, se documenta en 1949. Desconocemos cuando se cierra el convento, pero las fuentes apuntan a que este, se unió en algún momento al de Ntra. Sra. de los Ángeles, donde se han documentado obras musicales del mismo.

Hoy lo ocupan los Hermanos Obreros de María que, son una Comunidad Religiosa que dedican su actividad a la atención y apoyo a la infancia, la adolescencia y a la familia que, se encuentra en situación de dificultad, ofreciendo el apoyo profesional y espiritual necesario ante cualquier situación de necesidad. Se encargan de la «Ciudad de los Niños», sita en la Carretera de Málaga.