El convento de la Concepción de Alagón, en la provincia de Zaragoza, más conocido como el Convento de las Encerradas, fue derribado en 1978.

Aquel establecimiento religioso, se fundó en el año 1621, siendo su valedor y fundador fray Francisco Alcañíz y Compán un pariente lejano de Juan Pablo Bonet, consejero de Felipe IV y embajador en Italia, este último se convertiría en patrono del cenobio, por deseo expresado en su testamento, en 1633.

Este convento abrió sus puertas en 1622, gracias a la llegada de un grupo de monjas, traídas ex profeso de los conventos de Santa Clara de Tudela y de Santa Clara de Borja, con las que poder justificar aquella apertura.

Algunos estudiosos apuntan a la apertura de este convento, como una forma de limpiar el nombre y la sangre de la familia Bonet y Compán, a los que se consideraba de pasado converso.

En la redacción de su testamento, Juan Pablo Bonet y, frente a su mujer, Mencía de Ruicerezo, manda fundar en el convento de Nuestra Señora de la Concepción de Alagón, una Capellanía dotada con 100 ducados de renta. Y en una rectificación posterior del mismo, establece que tras su muerte sus restos fuesen trasladados a dicho convento.

Acontecimiento este, que los historiadores que han estudiado la figura de Bonet, no han podido confirmar, por haber desaparecido el convento en el S.XX y no conservarse información de las circunstancias de su derribo.

Juan Pablo Bonet, fue pionero en tratar la educación oral de sordos en España.

El ayuntamiento de Alagón, describe como motivos del derribo del convento, construcciones urbanísticas más modernas. El archivo del convento conservado en el convento de la Inmaculada, en una población cercana no aclara las circunstancias en las que se realizó y los religiosos más antiguos que conocieron el convento, no quisieron informar a los historiadores, que han tratado el tema, por existir un conflicto político al respecto.