Institución
Convento de la Concepción de Monforte de Lemos (Lugo, España)Otras formas
desde 1622 hasta existente actualmente
La fundación de este convento fue impulsada por los VII condes de Lemos, Don Pedro Fernández de Castro (1576-1622) y su esposa Doña Catalina de la Cerda y Sandoval (1580- 1648). En 1622 se realizó la primera escritura de fundación por parte de los condes, y en ese mismo año llegaron a Monforte de Lemos las primeras monjas de la comunidad que pasaron a residir en un establecimiento provisional, la denominada casa de Falagueira, que haría las veces de convento hasta 1646, contando ya con la advocación de la Purísima Concepción.
Al fallecer el conde, Doña Catalina de la Cerda decidió tomar los hábitos y profesó como religiosa en 1634 con el nombre de Catalina de la Concepción. Ese mismo año se inició la construcción del convento, que no comenzaría a funcionar hasta el 27 de agosto de 1646 con Catalina como abadesa de la comunidad. El duque de Uceda, hermano de doña Catalina, como patrono del convento de Santa Clara de Lerma fue quien facilitó el traslado de las religiosas cuando aún no estaban finalizadas las obras.
En 1675 Antonio Rodríguez Maseda, maestro de obras vecino de Mondoñedo, fue quien se responsabilizó de rematar la construcción del claustro.
En el momento de su fundación, los VII condes de Lemos donaron a este convento su colección privada de obras de arte, que estaba compuesta por piezas de origen italiano además de obras de incalculable valor de artistas españoles. Dicha colección daría lugar a la formación del Museo de Arte Sacro, inaugurado en 1977 en una parte del citado convento, que no abriría sus puertas al público hasta 1979.
Durante la Guerra de Independencia Española, Monforte no se libró de la presencia francesa, etapa en que el convento de Clarisas fue víctima de los saqueos de las tropas francesas, que se llevaron varias de las piezas de valor que custodiaba en su interior.
Actualmente el convento continúa ocupado por las clarisas y el Museo de Arte Sacro que alberga permanece abierto al público.
Convento caracterizado por su arquitectura sencilla, de marcada austeridad con influencias góticas.
El claustro fue construido por Antonio Rodríguez Maseda en 1675, finalizándose su edificación posteriormente a 1689. La iglesia inicial no se conserva en la actualidad, ya que el templo fue sustituido por otro en obra ya a finales del siglo XIX, aunque ultimado en 1928 por el arquitecto Daniel Vázquez-Gulías. Su retablo mayor es obra de Jesús Landeira Iglesias.
Alberga el Museo de Arte Sacro, que custodia más de 300 piezas, algunas de ellas procedentes de los siglos XVI y XVII donadas por los VII condes de Lemos al convento, entre las que destacan las imágenes del Cristo Yacente y la Inmaculada, ambas de Gregorio Fernández, y una notable colección de joyas pertenecientes a la fundadora del convento, Doña Catalina, regaladas por el Papa Urbano VII, además de otras adquiridas en Italia.
Actualmente se considera como uno de los museos de arte sacro más importantes de España y el primero de Galicia.