Don Pedro Tomás de Córdoba, secretario de la Capitanía General de Puerto Rico, obtiene prórroga para permanecer en la Península el tiempo necesario para la redacción de una memoria relativa al estado de la isla en todos los ramos de la Administración. Aceptada la dimisión que ha presentado del cargo de secretario, se le declara cesante con el sueldo que le corresponde