- Carta de Pedro Calderón Enríquez, oidor de la Audiencia de Manila, dando cuenta con testimonios (que no están), de haber permitido el gobernador a los sangleyes infieles que vareen en tiendas públicas por haberse disuelto la Compañía que se había formado para la venta de ropas y existir una sóla tienda de españoles. Manila, 10 de julio de 1756.