A causa de no despachar el Tesorero las órdenes del Consejo criminal, enviando comisarios y otros oficiales para prender y perseguir a los delincuentes, como se ve en el robo de unos arrieros cometido por ocho bandoleros en el camino real de Gerona a Barcelona, en el lugar llamado el Girant de Gualba, en el vizcondado de Cabrera, y las andanzas de Serrallonga que ha estado mucho tiempo entretenido en tierras del conde de Vallfogona y ahora en las del vizconde de Joch.