Alcance y Contenido:
Carta de Blas de Torres Altamirano, fiscal de la audiencia de Quito, a S.M. sobre los siguientes puntos:problemas que ha tenido con los oficiales reales por la custodia de la llave, y por la obligación de cobrar las deudas a tiempo; comportamiento de Pedro de Vera, tesorero y de Juan de Palacio Alvarado, contador; necesidad de que las cajas reales sean visitadas para ponerlas en orden; sobre la visita a la gobernación de los Quijos; que se nombre otro relator por ser uno insuficiente; que los oficiales reales y otras autoridades no anden en tratos y grangerías; exigencias del alguacil mayor de Quito, Diego de Niebla, sobre poner tenientes en los corregimiemtos de Otavalo, Latacunga y Chimbo; abusos de los corregidores contra los indios en los obrajes, cortes de madera, agricultura, etc.; sobre las residencias que se toman a los gobernadores y corregidores y la obligación de enviarlos al Consejo; que los encomenderos residan en sus encomiendas, y no arrienden sus indios como si fueran esclavos; sobre que el hospital real de Quito no tenga que pagar contribución al seminario; sobre la querella que tiene puesta contra Francisco Gutiérrez, fundidor y ensayador por su mala conducta; envía testimonio de lo referente a las minas de oro de Caguazara; que se dé cédula para que a los indios que estuviesen presos por mita y tributo no se les cobre carcelaje; conveniencia de volver a arrendar las salinas de la isla de la Puna; que no se quiten a la ciudad de Quito terrenos del ejido de Añaquito; que no se dé el corregimiento de Ambato a los herederos de Antonio Morán, alguacil que fué de Quito, por haber sido condenado a muerte en la revuelta de las alcabalas; caso parecido en la concesión del repartimiento de Zambiza a Cristóbal de Zayas que hizo el virrey; concesión de una encomienda de indios a Antonio de Aguilar y sus problemas; repartimiento de Chambo, y pleito que se ha suscitado; ventas de oficios; problemas por haberse dado una paulina a la orden de la Merced por la que se le conceden los ganados mostrencos y bienes de los que mueren ab intestato, siendo así que unos y otros pertenecen a S.M.; sobre quién debe juzgar los delitos del presidente y el fiscal; buena conducta del presidente y oidores de la audiencia; pide, finalmente que se le quite del oficio de fiscal y se le dé otra ocupación