Alcance y Contenido:
Carta de Juan Bautista Román, factor y veedor de la real Hacienda de Filipinas, sobre el estado en que encontró esas islas; gasto que supone la conservación de Filipinas a la Caja de México, y remedio que se debe poner para que no disminuya la Real Hacienda; que de 170.000 tributarios que están encomendados, sólo han tocado 7.000, habiendo dado el doctor Sande a su hermano 4.500, que han sido dados por su ausencia a personas beneméritas por orden del gobernador Gonzalo Ronquillo; que los indios que quedan vacos no se incorporan a la corona como está ordenado, sino que se encomiendan de nuevo; que tras la muerte de Legazpi no se han incorporado tierras nuevas, pues todos los soldados están pendientes de las vacantes. Inconveniente de que los gobernadores nombren alcaldes mayores, que sólo persiguen su provecho, sobre todo en los pueblos de indios; excesos del anterior gobernador, Francisco de Sande, que salió muy rico de Filipinas y pudo comprar voluntades entre los descontentos de México por el comercio que Ronquillo abrió entre Filipinas y Perú; que no respetaba las jurisdicciones del Cabildo. Describe las condiciones geográficas para la defensa de Manila y el abrigo de las naos; necesidad de hacer una muralla desde la base, pues sólo hay un terraplén con maderos; y ordenar que haya al menos 50 soldados de presidio. Propone que se manden a Filipinas a los vagabundos y sediciosos, pues allí perderán estos vicios. Que en los almacenes se recogen anualmente 20.000 fanegas de arroz, que es el pan de la tierra, vino de palmas, pescado, carne y otros bastimentos, y los pertrechos para las armadas, y esto está a su cargo como factor y veedor, pero es mucho trabajo y pide salario para unos ayudantes