Carta del Cabildo eclesiástico de Manila: el deán, el arcediano [Francisco Gómez de] Arellano, el chantre Santiago de Castro, Diego de León y Francisco Cervantes, canónigos, y Luis de Herrera Sandoval, [al nuncio], sobre el lugar donde habían de recibir sepultura los arzobispos fallecidos. En latín. (Cat. 7438).