Pleito fiscal de Isabel Hernández de Rojas, viuda de García de Jaén y vecina de Sevilla, Enrique de Guzmán, conde de Olivares, y de Fernando de Solís, hijo y heredero de Gaspar Antonio de Solís, con la Cámara y Fisco y con el licenciado Arenillas Reinoso, fiscal del Consejo de la Suprema Inquisición, sobre la pertenencia de unas casas