La Junta Suprema pide a las autoridades eclesiásticas que los curas y tribunales eclesiásticos desarrollen cuantas acciones sean precisas para evitar los escándalos públicos y conseguir que el pueblo coopere con la salvación de la Patria mediante la reforma de sus costumbres, y que inviten a los eclesiásticos seculares prebendados o constituidos en dignidad a que vayan a los ejércitos, con el objeto de exhortar a las tropas y oficiales a que cumplan sus respectivas obligaciones y enmienden sus costumbres.
Signatura Origen: Este documento forma parte del legajo ESTADO,11,A