Luis Alcoriza fue un director de cine, guionista y actor mexicano de origen español.

Proveniente de una familia de actores, se exilió debido a la Guerra Civil Española al norte de África y a Sudamérica, hasta que llegó a México en 1940. Ese mismo año, debutó como actor en el teatro y cine mexicano, participando en películas como La Torre de los suplicios (1941), Naná (1944), Reina de reinas: La Virgen María (1948) o La liga de las muchachas (1950). Sin embargo, su matrimonio en 1946 con la actriz y guionista Janet Riesenfeld (conocida como Janet Alcoriza), hizo que se decantara por ser guionista y director de cine. Ese mismo año, Norman Foster, un director norteamericano, dirigió El ahijado de la muerte, basado en un guión de Luis y Janet Alcoriza, y de él aprendió a construir un buen argumento. Realizó su primera colaboración con Luis Buñuel, adaptando junto con su mujer El gran calavera (1949), donde también actuó.

Gracias a su doble labor de guionista y director creó una obra cinematográfica muy extensa y de calidad, logrando grandes éxitos en el género de la comedia negra. Además, también incursionó en la televisión. En la década de los cincuenta, colaboró en películas como Los olvidados (1950), El bruto (1953), La muerte en este jardín (1956) o El ángel exterminador (1962), periodo en el que también escribió historias para la compañía productora de Antonio Matouk. En 1960 debutó como director y, basándose en un guión propio, realizó Los jóvenes (1961), Amor y sexo (1963), El gángster (1965), El oficio más antiguo del mundo (1970), Presagio (1974), A paso de cojo (1980), El amor es un juego extraño (1983) o Día de muertos (1988), entre otras.

Fue nominado al Oscar por Tlayucan (1962), la cual obtuvo la Diosa de Plata, al igual que Tiburoneros (1963), Paraíso (1970) y otras. Recibió dos Arieles por coautoría de historia original y adaptación de Los olvidados (1951) y por historia original y dirección de Mecánica Nacional (1973). En 1974, obtuvo otros dos Arieles, al mejor agumento y mejor adaptación por Pesagio. También obtuvo el Premio del Festival de Venecia por Tarahumara (1965), el Goya en España por Lo que importa es vivir (1988) y la Medalla Salvador Toscano al mérito cinematográfico de RTC (1992).