Médico español exiliado tras la Guerra Civil. Durante su juventud militó en la masonería y en organizaciones republicanas. Se licenció en la Universidad de Valladolid en 1927, pronto se trasladó a Madrid donde se incorporó en el equipo del doctor Gregorio Marañón y, más tarde, en el de Manuel Tapia en el Hospital Nacional de Enfermedades Infecciosas. Se doctoró en la Universidad Central de Madrid en 1929 con una tesis sobre la tuberculosis.

En los siguientes años terminó su formación en Alemania, Francia e Italia. Al volver a España es nombrado director del Dispensario Central Antituberculoso de Madrid y secretario del Comité Nacional de Lucha Antituberculosa de España.

Se casó con Araceli Zambrano, hermana de María Zambrano a quién diagnosticó de tuberculosis en 1928, a raíz de que ésta sufriera un desfallecimiento mientras pronunciaba una conferencia en el Ateneo de Valladolid. Este matrimonio duró poco, y al terminar la guerra ya estaban separados.

Hombre de izquierdas y comprometido con la República, poco antes de estallar la guerra se afilió al Partido Comunista Español. Durante la misma, ocupó varios cargos dentro del Ejército Republicano. Dispuso las primeras medidas sanitarias para atender a los movilizados que combatían en el Alto de Somosierra y organizó el primer Hospital Especial de las Brigadas Internacionales. Fue jefe de Sanidad del Quinto Regimiento, inspector de Hospitales, director general de Luchas Sanitarias, jefe de Sanidad del Ejército del Este y, ya en los últimos días de la guerra, jefe de la Sanidad Militar del Ejército Republicano.

Al terminar la guerra, se exilió a la Unión Soviética en 1939, junto a su segunda mujer Emilia Díaz Zapardiel. Aquí trabajó en el Instituto Central de Investigaciones Científicas de Tuberculosis de la URSS. Al estallar la II Guerra Mundial alcanzó el grado de coronel médico del Ejército Rojo. Aunque trabajó para el régimen soviético siempre tuvo una actitud critica e independiente. Trató a muchos inmigrantes españoles de tuberculosis junto a su colega Juan Planelles, pese a las reticencias de las autoridades a reconocer esta alerta médica.

Entre las personas tuberculosas a las que atendió, se encontraba Elena "Lena" Imbert, compañera de Ramón Mercader, el asesino de León Trotsky. Residía en Moscú en casa de su suegra Caridad Mercader y falleció en abril de 1944 en el sanatorio donde era atendida por el doctor Díez.

También mantuvo buenas relaciones con las legaciones latinoamericanas, como Uruguay y México. Fue el médico personal del embajador mexicano Narciso Bassols. Gracias a estos contactos pudo obtener el visado de salida de la Unión Soviética, en 1946, y viajar a México. Llegó exiliado a Ciudad de México en noviembre de 1945 en avión. Entró en México inicialmente como visitante para investigar y trabajar en los estudios relativos a la cátedra que tendría a su cargo en la Facultad de Medicina de Montevideo, Uruguay. Sin embargo, posteriormente se le autorizó el cambio de calidad de visitante a asilado político, fijando su residencia en México.

Dos años más tarde en 1948, viajó a Venezuela donde fijó su residencia definitiva, reuniéndose allí con dos de sus hermanas y asumiendo la dirección del Sanatorio Antituberculoso de Oriente, en Cumaná. Murió en 1952, en casa del Dr. Montes de Oca en Porlamar, capital de Isla Margarita.

Gran profesional e investigador dejó varias publicaciones sobre todo en el campo de la tuberculosis donde fue uno de los referentes de su época. Entre sus libros destacan "La tuberculosis pulmonar: en el niño y en el adulto" (1935) y "Análisis de una medicina socializada" (México, 1946), esta última donde demostró su profundo conocimiento de la organización sanitaria de la Unión Soviética.