Persona
González Villa, Audelino (1901-1984)
Villarente (Villasabariego, León, España) 1901-07-01 - León (España) 1984-11-04
Nacido el 1 de julio de 1901 en la localidad leonesa de Puente Villarente (Villarente) en el seno de una familia con profundas convicciones religiosas, en la que su padre desempeñaba las tareas agrícolas y ganaderas y su madre regentaba un típico comercio de aquella época. La religiosidad familiar marcará su biografía, la de su entorno familiar y el de sus primos de Mansilla Mayor, los jesuitas Segundo y Amando Llorente Villa. Segundo estuvo durante más de 40 años como misionero en Alaska, donde llegó en 1935. Fue representante del Estado de Alaska en el Congreso de los Estados Unidos y el primer sacerdote católico en formar parte de una legislatura norteamericana. Amando sería profesor en el Colegio Dolores de Santiago de Cuba y uno de los mentores de Fidel Castro hasta que se produjo la expulsión de los jesuitas de Cuba en 1961. Las lecturas autodidactas de la Biblia llevaron a Audelino a ponerse en contacto con los círculos protestantes de León y en 1919 se bautizó por inmersión en la iglesia evangélica de Toral de los Guzmanes junto con otros fieles y con Abigail Vidal Somoza, la mujer con la que años después formaría su familia. Ese mismo año se trasladó a Madrid, donde cursó entre 1919 y 1921 el curso preparatorio de Medicina en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid. En el curso 1921- 1922 ingresó en la Escuela de Veterinaria de León. Durante el último año de la carrera en la Escuela Superior de Veterinaria de León presidió el Ateneo Escolar Veterinario de León, en el que impartió la conferencia ¿La Lectura y el Libro¿. En junio de 1925 aprobó el examen de reválida de veterinario y se suscribe a ¿La Semana Veterinaria¿, que en su primera época editaba Félix Gordón Ordás en la imprenta de ¿La Democracia¿, en León. También fue socio fundador del Montepío Veterinario y del Colegio de Huérfanos Veterinario y miembro de la Asociación Nacional Veterinaria Española. Desde muy joven se aficionó a la bibliofilia y adquirió numerosos libros antiguos, especialmente ediciones de la Biblia y libros antiguos de veterinaria, y de ambas especialidades llegó a formar la mayor colección existente en España en manos privadas, con más de 15.000 ejemplares, de las que un millar eran ediciones antiguas de la Biblia. Inició su carrera profesional como veterinario interino de La Pola de Allande (Asturias) durante dos meses, tomando posesión como inspector municipal veterinario de Quiroga (Lugo) el 25 de octubre de 1925. En esta localidad lucense sufrió el rechazo de un sector de la sociedad local por su condición de protestante. Agotado por la campaña en su contra, en el mismo año en el que contrajo matrimonio civil con Abigail Vidal en León el 28 de abril de 1927, renunció a este destino y, tras un breve paso por Melide (A Coruña), tomó posesión de la plaza de Fuentes de Ropel (Zamora), en julio de 1927. Durante la estancia en este partido comenzaron a nacer los hijos del matrimonio, Rodolfo (veterinario y su principal biógrafo junto con el Prof. Miguel Cordero del Campillo), Ernesto, Elena, y Alfredo. En el partido veterinario de Fuentes de Ropel, integrado además por Castrogonzalo -Valdescorriel y San Miguel del Valle se integrarían años después-, ejerció entre 1927 y 1933. Allí se encontraba en un entorno propicio al culto protestante, en las inmediaciones de las comunidades evangélicas de Castrogonzalo y Barcial del Barco, impulsadas por los misioneros británicos William Willies y Arthur Shallis. Con este último colaboró Audelino González en sus predicaciones en La Torre del Valle y Benavente. La estancia en este partido coincidió con la llegada de la República, que Audelino celebró desde el balcón del ayuntamiento por la perspectiva de libertad de conciencia que ofrecía. En 1934 fue ponente en el III Congreso Evangélico Nacional. Durante la estancia en Fuentes de Ropel se inició su amistad con el gallego José Almoína Mateos, funcionario de correos de Benavente, masón y presidente de la agrupación socialista de Benavente, con el que compartía inquietudes intelectuales y su afición a la bibliofilia, con quien pronto convino que le recogiera la correspondencia que recibía hasta que él pudiera desplazarse y retirarla en Benavente. Durante esos años, don Audelino fue vocal de la Asociación Provincial Veterinaria de Zamora, presidida por su colega y buen amigo Manuel Gutiérrez Acebes, veterinario de Cerecinos de Campos, con quien creó el Boletín de la asociación. En junio de 1933 fue elegido vocal del Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia, fundado en 1903, del que sería elegido vicepresidente en agosto de 1935. A fines de 1933 fue nombrado inspector municipal veterinario de Benavente. Allí adquirió un solar con la intención de instalar el que habría sido el primer hospital de España para animales, promovió el control sanitario de la leche, el uso del matadero y la ordenación de un mercado ganadero con garantías sanitarias. En 1934 fue ponente en el III Congreso Evangélico Nacional. En Benavente continuó su amistad con el socialista José Almoina, desterrado tras los sucesos de Asturias en 1934 y quien a su regreso a Benavente sería acompañado por los integrantes de la manifestación popular espontanea que se formó para recibirle hasta la casa del veterinario leonés, en la que se alojaría temporalmente. Tras el golpe de estado de julio de 1936 y la ocupación de Benavente por los golpistas, la Falange saqueó la capilla que la comunidad evangélica poseía en la Plaza de García Hernández (actual Plaza de la Madera), quemó públicamente las biblias e himnarios y trasladó los bancos a un café y el armonio a una iglesia católica. El 24 de agosto de 1936, Audelino fue detenido por falangistas y trasladado esposado a Zamora, en cuya cárcel coincidió con numerosos detenidos de Benavente, buena parte de los cuales, entre los que se encontraba el menor Eutiquio Altier, serían asesinados el 9 de octubre de 1936. Allí le reconoció Vitaliano Barroso del Olmo, dueño de una imprenta en la calle de la Rúa y presidente de Izquierda Republicana. El 4 de septiembre, dos días antes de que ingresasen en la misma cárcel zamorana Pilar Fidalgo Carasa, la esposa de Almoina, y su hija recién nacida, fue trasladado a la cárcel de Toro, en la que fue puesto en libertad el 6 de enero de 1937, tras lograr su esposa informes favorables de todas las autoridades de Benavente excepto el párroco. Sin duda, la relación con José Almoina, su condición de miembro de la comunidad evangélica y, quizás, algunas envidias profesionales inconfesables e inconfesadas motivaron su denuncia y esta primera detención por los falangistas de Benavente. De todos los detenidos en Benavente y trasladados por los falangistas a Zamora únicamente salvarían sus vidas el católico Alfredo Rodríguez Enríquez, Leonor Martínez Robles, de La Torre del Valle y esposa del panadero asesinado José Maniega, don Audelino González Villa y Pilar Fidalgo Carasa, la esposa de Almoina, canjeada por la familia Semprún de Valladolid. Don Audelino perdió su destino en Benavente y su puesto de vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Zamora, que fue ocupado, el 25 de septiembre de 1937, por el diputado provincial Casimiro Barrigón. Como era lógico, la relación con Almoina se interrumpió tras la marcha de éste al exilio, primero en Francia, donde se reuniría con su familia benaventana, y después en la Republica Dominicana y en México, desde donde continuó la relación bajo la forma epistolar, de acuerdo con el testimonio de su hijo Rodolfo, hasta su asesinato por dos esbirros cubanos del dictador Trujillo el 5 de mayo de 1960. Entre 1937 y el final de la guerra, Audelino no pudo ejercer su profesión, por lo que tuvo que trabajar administrador de una fábrica de harinas en Renedo, como agente comercial y vendiendo los juguetes que el mismo fabricaba. Después, seguramente obligado por la necesidad, no hizo caso del consejo que amablemente le había dado el Director de la Cárcel de Toro de no volver a Benavente y trató de cobrar las deudas pendientes de sus clientes de Benavente, pero fue detenido por falangistas locales, golpeado y purgado con ricino, recibiendo la advertencia de no regresar a la localidad. Posteriormente trató de ejercer como veterinario libre en León, sin destino en propiedad. Sin embargo, entre el 24 de enero y el 19 febrero de 1942 estuvo nuevamente detenido en la Cárcel de León para ser interrogado por su relación con Matías Bueno de Diego, conocido de Benavente, con el que había coincidido en la cárcel de Zamora y que ahora trabajaba como agente comercial de Valeriano Campesino, que ostentaba la representación del Laboratorio IBYS en León, con productos veterinarios y del que, tras ser detenido bajo la acusación de pertenecer al PCE, las autoridades informaron oficialmente que se había suicidado en la cárcel. La detención estaba motivada por haber localizado una tarjeta de visita suya en la casa de Matías, al que trató de visitarle después de que su esposa hubiera dado a luz. A pesar de estos duros golpes, continuó empeñado en continuar su formación y en 1949, al convertirse la Escuela en Facultad, se presentó al primer examen para obtener el grado de Licenciado en Veterinaria y asistió a todos los cursos y cursillos de especialización. Obtuvo el Diplomado en Sanidad, Especialista en Inseminación, etc. En 1951 pudo volver a ejercer como veterinario titular en La Pola de Gordón (León), partido en el que permaneció hasta su jubilación. También siguió predicando y después del Concilio Vaticano II y del final del franquismo, participó incluso en actos de tipo ecuménico organizados por la Iglesia católica en León, ciudad en la que falleció en noviembre de 1984.