Dominico, teólogo y predicador. Hijo de Guillermo Ferrer y Constancia Miquel. A la temprana edad de siete años recibió su primer beneficio eclesiástico en la Iglesia de Santo Tomás. Tras formarse en Gramática, Filosofía y algunos fundamentos de derecho, en 1367 ingresó en la orden dominica. Hacia 1376 era alumno del studium generale que la Orden tenía en Toulouse. Tres años más tarde fue elegido prior del convento de Valencia aunque renunció al cargo un año después. En 1385 era profesor de Teología en la escuela catedralicia, función que simultaneaba con la acción predicadora. Acompañó al cardenal Pedro Luna, más tarde papa con el nombre de Benedicto XIII, en su legación a Castilla en 1390. Hacia 1399 ya se dedicaba de manera exclusiva a la predicación que llevó a cabo, no sólo por tierras valencianas sino también por otras partes de la Península y Europa. Así en estos años llevó a cabo un intenso viaje en el que recorrió Francia, Suiza e Italia, y a su vuelta se centró en Cataluña y más tarde en Castilla.

La figura de Vicente Ferrer estuvo asociada a los acontecimientos políticos de su tiempo. En 1412 estuvo presente, junto a su hermano Bonifacio, en Caspe donde medió en el conflicto sucesorio que se había producido a la muerte de Martín I el Humano y que supuso la entrada de la dinastía Trastámara como casa reinante en la Corona de Aragón. En 1416 sería el encargado de anunciar, por encargo de Fernando I, la sustracción de la Corona aragonesa de la obediencia del papa Luna. Este hecho no le granjeó la simpatía por parte de los naturales de la Corona y supuso, a la postre, su definitiva salida de la Península. Continuó su labor predicadora en Francia donde se granjeó la admiración y protección de los duques de Bretaña. De su obra escrita podemos destacar los tratados filosóficos: De la unidad del universal y De las suposiciones dialécticas.

Fue canonizado por Calixto III en 1455.