El campo Joffre de Rivesaltes, llamado así en homenaje al mariscal de Francia Joseph Joffre y situado en una zona despoblada entre las comunas francesas de Rivesaltes y Salces, fue una instalación del ejército francés utilizada a lo largo del tiempo como base de instrucción militar, prisión, campo de concentración, centro de acogida de familias desplazadas y lugar de internamiento de inmigrantes ilegales.

Comenzó a construirse en 1935 y su primera función fue la de centro de adiestramiento de tropas. Sin embargo, desde 1939, tras el final de la Guerra Civil Española, fue utilizado para albergar a alrededor de 15.000 republicanos españoles exiliados. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en un principio para acoger a familias francesas desplazadas desde las zonas del país ocupadas por el ejército alemán, pero bajo la autoridad del régimen de Vichy se convirtió en un lugar de internamiento de judíos y prisioneros de guerra, muchos de los cuales fueron deportados después a distintos campos de concentración nazis. La población judía fue internada en su mayor parte en el llamado Centro Nacional de Concentración de Israelitas de Rivesaltes. Más tarde el ejército alemán tomaría el control directo del campo.

Tras la liberación de Francia, entre 1944 y 1948 el campo se destinó al internamiento de prisioneros de guerra, militares alemanes e italianos y colaboracionistas franceses. Tras la salida de los últimos prisioneros en 1948 el campo de Rivesaltes recuperó su función militar originaria, convirtiéndose en centro de adiestramiento de las tropas coloniales francesas, sobre todo las procedentes de Argelia y otras zonas del norte de África.

Durante la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962) el campo volvió a ser utilizado como prisión, en este caso para la reclusión de los partisanos argelinos del Frente de Liberación Nacional (FLN). Sin embargo, tras el final de la guerra y el reconocimiento de la independencia de Argelia, el gobierno de Francia tuvo que afrontar la repatriación de un elevado número de personal civil y militar, tanto franceses como argelinos.

El principal problema lo plantearon los miembros de las antiguas tropas auxiliares del ejército francés en Argelia, los llamados harkis, que llegaban con sus familias. La mayor parte de ellos fueron asentados temporalmente en el campo de Rivesaltes, mientras se procuraba su reasentamiento en diferentes ciudades de Francia. El campo también acogió a otros militares que se encontraron en la misma situación tras la descolonización de las posesiones francesas en África e Indochina. Las últimas familias harkis abandonaron Rivesaltes en 1977.

Finalmente, entre 1986 y 2007 el campo fue un centro de retención de inmigrantes llegados a territorio francés de manera irregular.

Actualmente alberga el Memorial del Campo de Rivesaltes, un espacio concebido para perpetuar el recuerdo de los múltiples grupos de prisioneros, refugiados, internados y desplazados que pasaron por él a lo largo de su historia.