Los estados sardos de Oliva fueron las "encontradas" (señoríos) de los condes de Oliva en la isla de Cerdeña.

El origen podría situarse en la concesión otorgada por el rey Alfonso V de Aragón a favor de Bernardo de Centelles, el 15 de febrero de 1421, donde se incluían las baronías de Montagudo, Anglona, Ósilo, Meilogu y el condado de Goceano, con sus castillos y villas, así como sus recursos naturales y humanos, aunque Goceano fue cedido al marqués de Oristán al año siguiente. Por otra parte, el 20 de agosto de 1424 Alfonso V le otorgó a dicho señor el mero imperio y el derecho de espada en dichos feudos.

En tiempos de Francisco Gilberto Centelles, I conde de Oliva, sus posesiones sardas cambiaron bastante de propiedad. De esta manera, en 1437 vendía la baronía de Ósilo a Ángel Cano, a la vez que adquiría el castillo Casteldoria y la villa de Coguinas. En 1439 vendió el feudo de Costavalle y el feudo de Márguine con el castillo de Macomer a su cuñado, Salvador Cubello de Arborea, marqués de Oristán. En 1442 vendió las villas de Siligo y Bannari a Cristóbal Manno. Al año siguiente vendió a Ángel Cano Casteldoria y la baronía de Coguinas. En 1447 se recuperó la baronía de Coguinas y una parte del territorio de Ósilo. El 1453 le otorgan a Francisco Centelles la castellanía de Castell Genovés. A partir de 1460, muerta su hermana, inicia un pleito con su cuñado para recuperar su dote, aunque no recuperó Márguine hasta 1478. Mientras tanto, el 23 de noviembre de 1462 Juan II de Aragón le concedió el franco alodio en todas sus propiedades sardas, añadiéndose Márguine a este estatus en 1504.

Así pues, a la altura de 1478 ya se establece la configuración definitiva de los estados sardos de Oliva, siendo éstos: el ducado de Montaguado, el principado de Anglona, el marquesado de Márguine, el condado de Ósilo y la baronía de Coguinas.

Posteriormente, estos territorios pasarían a formar parte del patrimonio de los duques de Gandía, los duques de Benavente y los duques de Osuna.

El 21 de mayo de 1836, Carlos Alberto de Savoia decretó la abolición de las jurisdicciones feudales en Cerdeña. Finalmente, el 2 de abril de 1842, el Consejo Supremo del Reino de Italia autorizó al fisco real para tomar posesión del patrimonio de los Estados de Oliva.